Clifford Krauss
The New York Times
Houston— Los precios del petróleo disminuyeron ayer por segundo día consecutivo, ya que los comerciantes al parecer están convencidos de que la medida tomada por Arabia Saudita para reducir el precio del petróleo para Estados Unidos podría presagiar una guerra de precios en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El precio del crudo ha caído en las últimas semanas debido a un mayor suministro mundial, mientras que la demanda ha sido menor a las expectativas. La disminución más reciente fue provocada por reportes de que Arabia Saudita está reduciendo el precio del petróleo que suministra a Estados Unidos en un intento por conservar su participación de mercado en momentos en que la producción estadounidense está aumentando.
El precio de referencia del petróleo estadounidense estuvo por debajo de los 76 dólares durante este día, lo cual representa su nivel más bajo desde octubre del 2010, antes de recuperarse un poco.
El crudo de Dakota del Norte y Canadá bajó aún más, y ese descenso se extendió hasta el punto de referencia mundial para el Brent, que estuvo por encima de los 82 dólares –representando un descenso del 30 por ciento desde el mes de junio.
El decremento del 2 a 3 por ciento de este día en la mayoría de los puntos de referencia del crudo ocurrió como una reacción a la medida tomada el lunes por Arabia Saudita para reducir su precio de venta para el mercado estadounidense en unos 45 centavos por barril.
Esta cuestión fue interpretada por muchos comerciantes como una señal de que Arabia Saudita tratará de competir con el petróleo estadounidense para proteger su considerable participación en el mercado de ese país, que está disminuyendo.
El Servicio de Información de los Precios del Petróleo, una organización independiente que reúne información sobre este combustible, catalogó las medidas de este martes en el mercado petrolero como de “pánico”, a través de un reporte.
“Básicamente, los comerciantes globales están votando sobre un referendo para saber si ellos creen que la guerra de precios está apareciendo entre los productores de la OPEC y los que no pertenece a ese organismo”, según reportó el Servicio, “y por el momento, están votando “sí” respecto al conflicto”.
Los consumidores se están beneficiando. Este martes, la Asociación Americana de Automovilistas reportó que el precio promedio nacional para un galón de gasolina regular disminuyó a 2.97 dólares, seis centavos respecto a la semana pasada, 33 centavos en comparación con el mes anterior y 28 centavos respecto al año pasado.
Un hogar promedio en Estados Unidos consume mil 200 galones de gasolina al año, lo cual se traduce en un ahorro anual de 120 dólares por cada 10 centavos de descenso en el precio de un galón.
Muchas industrias van a ganar con el descenso en los costos de combustible, particularmente las aerolíneas, ferrocarriles, hoteles y restaurantes.
La industria del petróleo y gas que ha tenido un boom en los últimos años con la expansión de la exploración y producción de los campos shale, va a perder dinero y los precios de sus acciones han estado bajando.
Hercules Offshore, un operador de plataformas petroleras en aguas poco profundas en el Golfo de México, reportó la semana pasada a los reguladores de Texas que despediría a 324 trabajadores y reduciría a cuatro las plataformas que están operando.
Sin embargo, la reacción ha sido la excepción en una industria que continúa expresando confianza de que puede ampliar la producción en otro millón de barriles de petróleo al día el próximo año.
La producción en Estados Unidos aumentó en un 70 por ciento en los últimos seis años, reduciendo las importaciones de la OPEC a la mitad.
El West Texas Intermediate, el punto de referencia del petróleo estadounidense, se estableció este martes en 77.20 dólares por barril, habiendo disminuido en un 2 por ciento.
El Brent, que es el punto de referencia global, se estableció en 82.82 dólares por barril, experimentando un decremento del 2.3 por ciento.