AFP/ Bloombeg
2014-09-29
Pekín— El grupo estadounidense Microsoft empezó a comercializar en China su Xbox One, primera consola de videojuego introducida en este país tras levantarse una prohibición de 14 años, y abrirse así un mercado potencialmente gigantesco.
El hecho podría mostrar si el país con mayor número de habitantes del mundo puede contribuir a dar vuelta la suerte de los fabricantes de consolas. Se calcula que las ventas de videojuegos en el país llegarán a 111 mil millones de yuanes (18 mil millones de dólares) este año.
Microsoft se ha adelantado en China a sus competidores nipones Nintendo (consola Wii) y Sony (Playstation). Sony empezará sus actividades en Shanghai en diciembre. Sin embargo, el fabricante de la Xbox tendrá que vérselas con una generación que aprendió a jugar en los smartphones y las tablets en lugar de consolas y el obstáculo de tener a su disposición sólo 10 títulos de los cientos editados para ella.
En algunas grandes ciudades, algunas tiendas permanecieron abiertas hasta después de medianoche —en la noche del domingo al lunes— para poner en venta las primeras consolas de este tipo vendidas en China continental desde el año 2000.
Ese año, Pekín suspendió la venta de todo tipo de consolas debido a sus supuestos efectos negativos en la “salud mental” de los jóvenes. Sin embargo, las consolas importadas ilegalmente estaban disponibles en el mercado negro.
China levantó formalmente su prohibición en enero, al autorizar a los grupos extranjeros que fabrican esos productos en la zona franca de Shanghai —creada hace un año— a venderlas en todo el país.
En Shanghai, en la cadena de tiendas de electrónica Suning, un vendedor explicó a la AFP haber vendido ya más de 30 Xbox One en “edición limitada” al precio de 4 mil 299 yuanes (550 euros, 700 dólares).
En toda China, el conjunto de “base” de la Xbox One era vendido a 3 mil 699 yuanes (602 dólares, 474 euros), mucho más de los 400 dólares que cuesta en Estados Unidos.
El problema es que no se puede conseguir ninguno de sus títulos más populares debido a las restricciones del Gobierno. Los reguladores se resisten a autorizar contenidos violentos y entre los juegos ausentes están Destiny y Call of Duty: Advanced Warfare Day Zero Edition.