Associated Press
2014-08-20
Buenos Aires— Felipe Capozzolo ve el futuro con inquietud. La metalúrgica en la que trabaja, que sorteó con éxito la debacle de 2001, sufre los efectos del estancamiento de la economía argentina, que ya ha provocado miles de suspensiones y despidos en medio de una inestabilidad laboral que podría agravarse.
“Llevamos notando un bajón desde principios de año. Bajamos la producción 45 por ciento respecto de 2013”, dijo a The Associated Press Capozzolo, del departamento comercial de la Cooperativa de Trabajo Los Constituyentes Limitada, productora de caños de acero.
La empresa de Capozzolo, no obstante, puede considerarse afortunada pues ningún integrante de esta fábrica –gestionada por sus propios trabajadores– ha sufrido por ahora despidos o suspensiones, como ocurre desde hace semanas con miles de empleados de los sectores automotriz, siderúrgico y de la carne.
El reciente default no hace sino aumentar la incertidumbre en torno a la economía en un contexto de recesión y de una inflación de 40%, según consultoras privadas. El alza del costo de vida es el segundo más alto en el continente después del de Venezuela.
La fábrica donde trabaja Capozzolo, situada en Villa Martelli, al noroeste de Buenos Aires, es una de las decenas de empresas que remontaron la crisis desatada hace 13 años cuando el desempleo superó el 24 por ciento.
No obstante, su producción ha mermado porque su principal cliente, el Estado, demanda menos para obras públicas.
Otro tipo de empresas también están afectadas.
El fabricante de partes para automóviles estadounidense Lear retomó esta semana su actividad después de que a fines de mayo suspendió a más de 300 trabajadores, de los cuales unos 60 fueron despedidos.
La también autopartista Paraná Metal es una de las últimas que ha parado su producción.
Automotrices internacionales como Fiat y Volkswagen también sufren la caída de sus ventas a Brasil y al mercado local.
Según la Asociación de Fábricas de Automotores en los primeros siete meses del año las terminales produjeron 357 mil 747 vehículos, un descenso de 23.3 por ciento respecto de igual período de 2013.