Economia

A sus 20 años, tiene claroscuros TLCAN

Associated Press

2013-12-31

Distrito Federal— Viendo a México hoy en día, lleno de Starbucks, Wal-Mart y Krispy Kremes, es difícil imaginarse cómo era el país antes de la aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que entró en vigor exactamente 20 años atrás.
Aunque cambió al país en aspectos fundamentales, el tratado –que abarcó a México, Estados Unidos y Canadá– no cumplió las expectativas en cuanto a equiparar los sueldos con los de Estados Unidos, impulsar el empleo, reducir la pobreza o proteger el medio ambiente.
Los sueldos siguieron deprimidos debido a la debilidad de los sindicatos mexicanos y a la competencia de Asia y Centroamérica; la más intensa vigilancia de la frontera con Estados Unidos cerró la “válvula de escape” humana, y las cláusulas del acuerdo que protegían al medio ambiente no pudieron resistir la influencia de los poderosos inversionistas.
México sacó provecho del acuerdo en algunas áreas. Crecieron las industrias de vehículos, electrónica y agricultura, y creció la presencia de los bancos extranjeros, ampliando el acceso al crédito, pero para la mayoría de los mexicanos, no hubo beneficios económicos tangibles.
Aunque sin duda ha aumentado la clase media mexicana, México es el único importante país latinoamericano en que ha aumentado la pobreza en los años recientes. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en toda Latinoamérica la pobreza disminuyó de 48.4% en 1990 a 27.9% en el 2013. En México, la pobreza estaba a 52.4% en 1994, bajó a 42.7% en el 2006 pero en el 2012, subió otra vez a 51.3%.
“Quedó a la deriva, falta como 30 ó 40% de lo que prometían”, comentó Rodolfo Hurtado Corona, un chofer de 65 años que esperaba por su patrón en una calle de la Ciudad de México.
Añadió que “hay más productos, sobre todo los electrodomésticos, los televisores, y en los autos, antes se tenía sólo dos o tres marcas, ahora puedes escoger entre muchas”.
El economista Alfredo Coutino, director de Moody’s Analytics para Latinoamérica, dice que “el beneficio sí se dio, posiblemente no fue la magnitud que se esperaba, pero si no se hubiera firmado ese acuerdo, México estaría en una situación peor de lo que ha estado en los últimos 20 años”.
Antes del TLC, México tenía una economía cerrada, dominada por el sector estatal, agobiada por las deudas y con baja productividad agrícola. Ello llevó a un cuadro de desempleo masivo.
El acuerdo, junto con la globalización y la inversión extranjera sí ayudaron a la generación de empleo, pero sólo de baja remuneración.
En los supermercados, hay más surtido que antes, como por ejemplo arándanos y limones importados, que antes eran escasos pero ahora proliferan gracias a la caída de las barreras comerciales entre México, Canadá y Estados Unidos.
La ropa y otros bienes que antes eran accesibles sólo para los más ricos ahora están al alcance de todos, con una mayor selección especialmente cuando se trata de vehículos y electrodomésticos.
Pero perdura la ambivalencia entre los mexicanos: una encuesta reciente del diario Universal/Buendia-Laredo mostró que aunque la mitad de los mexicanos aprobaría del acuerdo si fuese sugerido hoy nuevamente, un 34% lo rechazaría. Los demás no tenían opinión al respecto. El margen de error era de 3.5%.
De cualquier manera, no hay marcha atrás. Los tres países firmantes están integrados económicamente y están haciendo esfuerzos para integrarse aun más. La reciente reforma energética en México permite la inversión privada en el sector, y la idea es hacer que el continente sea independiente en cuanto a su fuente de energía.
Producción compartida
El Tratado de Libre Comercio propició una integración no sólo en el intercambio de bienes finales, sino en una producción compartida entre México, Estados Unidos y Canadá, asegura Jaime Serra Puche, negociador del acuerdo y presidente de SAI Consultores.
Serra Puche fue el secretario de Comercio y Fomento Industrial en el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari y encabezó la delegación mexicana en la negociación del acuerdo comercial que este 1 de enero cumple 20 años de vigencia. Para Serra Puche, el TLCAN “contribuyó al proceso de apertura de la economía” de México.
A 20 años del TLCAN, Serra Puche asegura que China hace “outsourcing puro” y México genera una alta producción compartida en Norteamérica. “Se está empezando a dar un sistema (…) donde ya no sólo nos vendemos cosas entre nosotros, sino que producimos cosas conjuntamente”.

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