Ulises Díaz
Agencia Reforma
Distrito Federal— En 2013 se realizará la última etapa de desgravación arancelaria, según información de la Secretaría de Economía.
Las últimas 144 fracciones que cambiarán, de 25 a 20 por ciento de arancel, se concentran en el sector de vestido y calzado.
Este programa, que inició en 2008 y tuvo 5 etapas diferentes, modificó al 90 por ciento de la tarifa de importación de productos industriales, y redujo el promedio arancelario hasta dejarlo en alrededor de 5.9 por ciento, que cuando inició estaba en 10 por ciento.
Recientemente, para complementar el programa de desgravación, la SE anunció una reducción arancelaria suplementaria para productos agroalimentarios y químicos, que no estaba incluida en el programa original, pero que fue anunciada e implementada en la tercer semana de noviembre.
“En enero de 2013 entra la última fase del programa, que ya son básicamente dos sectores y con cambios muy marginales, sólo quedan calzado y vestido y son relativamente pocas fracciones y quedan en 20 por ciento”, explicó Lorenza Martínez, quien se desempeñó en la Subsecretaría de Industria y Comercio durante la anterior administración.
Dijo que se reservaron hasta la última etapa aquellos sectores que requerían el mayor tiempo para adaptarse a las transiciones, y tradicionalmente los sectores de calzado y vestido han estado protegidos en el país.
Martínez dijo que la razón por la cual se compactó la tarifa arancelaria en 2008, fue porque era factible eliminar muchos esquemas de excepción, lo que facilitaba la actividad gubernamental y hacía más accesible la recaudación impositiva.
Luis Roberto Abreu, presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana, explicó que la trayectoria de desgravación en el País ha sido muy activa en los últimos años.
“El proceso de globalización que ha tenido México en los últimos años ha obligado a establecer una política agresiva de apertura y se ha trabajado e invertido mucho en construir una red de acuerdos para facilitar tanto el acceso de productos como la exportación”, indicó.
Contar con estos vínculos puede ser benéfico para el País, pero también es necesario fortalecer la política industrial para lograr que haya una base de impacto mucho más amplia y las ventajas sean para importadores, grandes empresas y emprendedores, añadió.