Sergio Arturo Duarte / El Diario
2018-09-22
En honor y reconocimiento a su obra en pro de la construcción del Salón de la Fama que iniciaron en 1986, la sala de juntas del ‘Nicho de los Inmortales’ lleva desde ayer el nombre de tres socios fundadores: Mario González, Marcelo Portillo y Jesús Antonio Barrón.
Justo sobre la puerta de entrada a la sala de reuniones, Fidel Urrutia, presidente del SFDJ y Barrón Simental, develaron ayer una placa con los nombres de los tres artífices y baluartes en la edificación del lugar.
Acompañados por sus familiares y seres queridos, González, Portillo y Barrón, visitaron el hogar que decididamente ayudaron a construir, en la gestión del alcalde Jesús Macías.
“Realmente no esperaba este homenaje que hicieron ahora. Les agradezco mucho porque el Salón de la Fama no es una novedad para mí, porque, la idea vino desde Monterrey cuando yo estaba yendo cada año también allá”, declaró González Leija.
Indicó que cuando llegó para quedarse a esta ciudad, lo primero que se le ocurrió fue juntarse con gente del deporte.
“Y poco a poquito fuimos conociendo muy buenos amigos deportistas, unos que se iban muriendo y que se iban desapareciendo y se olvidaban de ellos, entonces, quisimos hacer nosotros un club donde se reconociera a los deportistas que se murieron”, afirmó.
Exjugador de beisbol, Barrón, a quien sus amigos y conocidos apodan de cariño ‘Burro’ no escapó a la emoción del momento.
“Me siento muy emocionado, todavía me emociono. Es una satisfacción muy grande que nos hagan este homenaje mis compañeros los socios y ahí estamos, hasta que Dios quiera aquí andamos”, declaró.
Partícipe y arquitecto junto a su hijo ‘Tavo’ en la construcción del edificio, Portillo Flores consideró que más que un reconocimiento u homenaje, la develación de la placa y el nombre de Fundadores a la sala de juntas, es un recuerdo para él.
“En realidad, no es un reconocimiento, sino es un recuerdo, somos casi los tres, ya casi no conozco a los socios del Salón de la Fama”, afirmó.
Resaltó que el salón está muy bonito y muy bien conservado.
“Me gustaría, porque nos faltó a nosotros fue haber hecho el obelisco del Salón de la Fama en la entrada y luego ponerle cantera y todo eso para que fuera un verdadero Salón de la Fama”, dijo.