Associated Press
2018-07-20
Carnoustie, Escocia.- Una ronda que comenzó con llovizna por la mañana culminó con un sol radiante y marcadas sombras que dificultaron el buen desempeño por la tarde en el campo Carnoustie.
Kevin Kisner erró por ejemplo un swing, lo que borró su ventaja de dos golpes ayer en el Abierto Británico y lo dejó igualado con Zach Johnson, con quien comparte además casa durante el torneo.
Kisner realizó un disparo con el hierro 8 que sólo necesitaba recorrer 150 yardas para pasar por encima del riachuelo Barry Burn, frente al green del hoyo 18. En vez de ello, rebotó en el paso reseco, se desvió a la derecha, golpeó la base del muro de piedra que bordea el arroyo y lo condenó a un doble bogey.
“Incluso cuando piensas que has logrado un buen golpe en este campo, la pelota puede rebotar y afectarte”, dijo el golfista de Carolina del Sur.
Los caprichos de la jornada perjudicaron aún más a Dustin Johnson y Justin Thomas, quienes ocupan respectivamente el primero y segundo puesto del ranking pero no tendrán actividad el fin de semana. Johnson finalizó con un doble bogey para quedar un golpe debajo del corte.
Thomas se anotó tres dobles bogeys seguidos en los primeros nueve hoyos y también quedó fuera por un impacto.
Así, el fin de semana luce para cualquiera en un campo donde han ocurrido cierres asombrosos.
Zach Johnson, cuyo nombre está ya en la jarra de plata tras su victoria en St. Andrews hace tres años, jugó en la mañana, con un paraguas, y concluyó su recorrido con un putt de 30 pies para birdie, que le permitió firmar una tarjeta de 67 golpes.