Associated Press
2018-07-13
Londres.- Decir que Kevin Anderson ganó esta interminable semifinal de Wimbledon y que John Isner la perdió, en realidad no parecería justo. Al menos, para Anderson.
Jugaron sin parar a lo largo de seis horas y media de golpe tras golpe, durante el segundo partido más largo en la historia de un torneo que comenzó en 1877, toda la ruta hasta el maratón de servicios sin final que escenificaron, el cual terminó 26-24 en el quinto set ayer, con Anderson reclamando el más importante de los 569 puntos: el último.
Así que cuando Anderson dejó la cancha central del All England Club, consciente de que su victoria 7-6 (6), 6-7 (5), 6-7 (9), 6-4, 26-24 le valió la oportunidad de ganar su primer título de Grand Slam a los 32 años de edad, el sudafricano dijo: “Al final, sientes como que este es un empate entre nosotros dos”.
Sólo un partido en Wimbledon ha durado más: el triunfo de Isner en la primera ronda sobre Nicolas Mahut, el encuentro más largo en la historia del tenis. Duró más de 11 horas durante tres días y finalizó 70-68 en el quinto set, en la cacha 18, la cual ahora lleva una placa que lo conmemora.
El duelo de ayer duró tanto, que la segunda semifinal del día no terminó.
Novak Djokovic superaba a Rafael Nadal 6-4, 3-6, 7-6 (9) en un atractivo enfrentamiento lleno de puntos entretenidos que fue suspendido tan pronto concluyó el tercer set apenas pasadas las 11 p.m., hora del toque de queda en el All England Club. Algunas personas en las tribunas abuchearon la decisión de suspender el partido.