Associated Press
2018-06-17
Green Bay, Wisconsin.- Las cualidades de un buen entrenador fluyen por las venas de Mike Pettine.
Las vacaciones a la playa de Nueva Jersey, cuando aún era un niño, le dieron al coordinador defensivo de los Empacadores de Green Bay una mirada de lo que su vida sería en un futuro. Su padre, un entrenador de futbol de preparatoria en un suburbio de Filadelfia, llevaba consigo un portafolio a la playa, se sentaba en una silla en la arena y se ponía a trabajar.
“Yo hago lo mismo… pero yo cargo con una mochila. Estoy más en sintonía con los tiempos modernos”, dijo Pettine.
Las lecciones que aprendió de su padre aún las sigue recordando.
Mike Pettine padre, quien murió en febrero del 2017, era uno de los más exitosos entrenadores de preparatoria en la historia de Pennsylvania. Pettine, de 51 años, está de nueva cuenta fungiendo como entrenador en la NFL tras haber sido contratado por el entrenador principal Mike McCarthy para supervisar a la defensa de los Empacadores. Regresó tras alejarse del deporte por un largo tiempo después de que fuera entrenador principal por dos años de los cafés de Cleveland, sirviendo como consultor en Seattle en el 2017.
“Yo pensaba que era normal que todos los demás papás llevaran un portafolio a la playa”, dijo Pettine después de la práctica con los Empacadores. “El futbol siempre estaba en su mente, era algo que siempre estaba ahí. Aunque no fuera de manera directa, era algo que siempre estaba presente, siempre tenía papel y una pluma a la mano, en caso de que alguna idea surgiera de su cabeza”.
Esas ideas por lo regular funcionaban.
Pettine el viejo ganó 326 partidos en la Preparatoria Central Bucks West y cuatro títulos estatales. Se retiró en 1999 tras una tercera temporada consecutiva invicta.
Pettine jugó para el equipo de su padre y posteriormente sirvió como entrenador asistente. Más adelante tuvo que enfrentar a su padre en el campo, también, tras convertirse en entrenador principal de la escuela rival North Penn –partidos que llegaban a formar parte de los encabezados en Filadelfia. Pettine tomó las riendas de un equipo que pasó de tener una marca de .500 a convertirse en un contendiente y enfrentarse al equipo de su padre por la supremacía estatal.
Los cinco reñidos enfrentamientos los ganó su papá.