Associated Press
2018-04-16
Gurabo, Puerto Rico.- Francisco Lindor sostuvo la pelota de beisbol en su mano, listo para lanzarla, preguntándole al niño que estaba de pie en el plato si sabía batear.
El chico dijo que no.
Quizas fue una mentirita del niño. El sutil lanzamiento del astro de los Indios de Cleveland acabó en una línea, y el niño de la Escuela Villa Marina –el mismo plantel donde Lindor estudió hace varios años– quedó embelesado con el astro de los Indios de Cleveland mientras los presentes aplaudían.
“De esto se trata lo que estamos haciendo”, dijo Lindor.
Cleveland y Minnesota están en Puerto Rico para disputar desde hoy una serie de dos juegos en San Juan. Pero los Indios y Mellizos también saben que cumplen un objetivo que va más allá de competir en esta visita. Fue por eso que varios de los jugadores de ambos equipos dedicaron su día libre a recorrer una isla que fue arrasada por el paso del huracán María en septiembre pasado.
Lindor visitó su pueblo natal. José Berríos, quien abrirá por los Mellizos en su patria la noche del miércoles, acudió a un hospital de niños en San Juan, y fue acompañado por varios de sus compañeros. El jardinero de los Mellizos Eddie Rosario fue a Guayama, la ciudad donde nació, para impartir una clínica.
“Es un honor. Es un privilegio”, dijo Lindor en la escuela donde algunos varios residentes esperaron por más de una hora para poder ver al ídolo de Gurabo. “Me siento bendecido de estar aquí. Es un sueño. Cosas como esta son las que quiero y siempre quise hacer. Desde el primer día como pelotero profesional, siempre quise regresar y hacer algo especial como esto para los niños –no por mí, por los niños, por la comunidad”.
Berríos lo entiende perfectamente. La noche del miércoles, el derecho de Bayamón –localidad al sur de San Juan– se convertirá en el segundo boricua que abre un juego de la temporada regular en el estadio Hiram Bithorn. Javier Vázquez abrió cuatro en 2003, cuando el parque fue empleado como sede alterna de los Expos de Montreal.