Deportes

Suma cargos

Associated Press

2018-04-06

Nueva York— Arrogante y grosero, Conor McGregor nunca tuvo miedo de desafiar a las autoridades.
Vestía abrigos de piel y aventaba sillas en las conferencias de prensa, recaudó una gran fortuna de su devaneo con el boxeo, y le exigió a su jefe una tajada de las acciones de propiedad en la promoción de las Artes Marciales Mixtas, deporte que lo convirtió en uno de los nombres más notorios.
Lo que McGregor quería, McGregor conseguía –ya fuera dinero, campeonatos, y viviendo con los más suntuosos lujos.
Después de una más que decisiva victoria en Nueva York, McGregor escaló el octágono de la UFC y se echó al hombro dos cinturones de campeonato, mientras una multitud rugía en aprobación.
Pero en uno de los niveles inferiores de una arena en Nueva York 17 meses después, McGregor enloqueció, utilizando una carretilla de mano o diablillo, sillas y barricadas como armas, en lugar de sus puños. Dejándose llevar por la venganza y siendo acompañado por una jauría de “rufianes”, las excentricidades de McGregor lo hicieron que terminara en la cárcel –tras herir a dos luchadores que estaban en la programación de la UFC 223 del sábado.
Tranquilo y humillado, McGregor no pudo encontrar las palabras para salir librado de una Corte en Nueva York.
A McGregor le fueron fincados cargos ayer de delito contra la propiedad, un cargo menor por agresión y cargos por actuar de manera amenazante, imprudente y peligrosa tras una riña que el mismo desató tras bambalinas en un evento de la UFC en la ciudad de Nueva York.
Habló sólo para reconocer que entendía las condiciones de su liberación, diciendo, “Sí, señor, juez”.
McGregor fue liberado tras pagar una fianza de 50 mil dólares –lo que sería pura morralla para un luchador a quien le fueron garantizados 30 millones de dólares el año pasado en su pelea de boxeo contra Floyd Mayweather Jr. McGregor deberá presentarse nuevamente en la Corte el 14 de junio.
Los videos muestran a Conor de mayor promoción lanzando un diablillo a un autobús lleno de luchadores el jueves tras una conferencia de prensa para la UFC 223 en el Centro Barclays de Brooklyn.
McGregor intentaba encarar al luchador del evento estelar de la UFC 223, Khabib Nurmagomedov, debido a que el ruso se había visto involucrado en un altercado en un hotel con el también luchador Artem Lobov. McGregor quiso apoyar a Lobov, un amigo cercano, y aparentemente abordó un jet privado junto con sus mejores amigos y volaron a Nueva York para ir a desquitarse.
El presidente de la UFC, Dana White, dijo ayer que había hablado con McGregor por medio de mensajes de texto y que el luchador le dijo que la confrontación era algo que “tenía que resolverse”.
“Fue probablemente la peor conversación que jamás hayamos tenido”, según dijo White al programa “First Things First” de FS1 el viernes.

HOY POR TV

UFC 223

8:00 p.m. / PPV

X