Associated Press
2018-03-29
San Antonio— El avión del equipo de Loyola-Chicago se detuvo en un hangar privado, los jugadores fueron recibidos con una banda de música que interpretó “Desde la profundidad del corazón de Texas”, mientras caminaban por una alfombra hasta el autobús del equipo que estaba adornado con su logo y sus colores.
Al llegar a San Antonio, los Ramblers, que son el onceavo sembrado, se vieron muy a tono con el estilo del Final Four.
Varias horas después, la emoción no había disminuido cuando los no favoritos en la historia reciente del Torneo de la NCAA se unieron a los poderosos equipos de Kansas, Villanova y Michigan en el Alamodome, ayer por la mañana, para que los cuatro equipos realizaran las primeras prácticas antes de las semifinales que se llevarán a cabo el sábado.
“Soñábamos con este momento y ahora ya estamos aquí”, comentó Aundre Jackson, quien es nativo de Texas, estudia el último año en la universidad y juega para Loyola-Chicago.
“Es un desafío lidiar con todo esto, pero creo que merecemos esa atención. Hemos trabajado realmente duro para conseguirlo”.
Los equipos y sus legiones de fanáticos arribaron al centro de la ciudad que estaba adornado con colores vibrantes y con el logo del Final Four colocado en la mayoría de las superficies desde River Walk hasta Alamo.
Los jugadores hasta tenían calcetas de colores brillantes en las sillas de sus vestidores --- varios jugadores de Loyola se pusieron su nuevo vestuario momentos después de llegar.
“Nos fascina esto. Es algo exagerado”, comentó Adarius Avery, guardia de los Ramblers.
“Creo que tenemos mucha confianza, aun cuando es la primera vez que hacemos esto”.
Los Ramblers, que era improbable que llegaran a este sitio, estaban deslumbrados por las festividades del Final Four, aunque también es una nueva experiencia para los jugadores de Kansas, que no habían podido participar desde el 2012, y para Michigan, que la última vez que estuvo aquí fue en el 2013.
Devonte Graham, el astro de los Jayhawks, se asombró cuando vio unas fotografías más grandes que el tamaño real de sí mismo y de varios compañeros de equipos que estaban alineadas en el pasillo del Alamodome, afuera del vestidor de Kansas.
“Por supuesto que tomé varias fotos de eso”, dijo Graham con una sonrisa.
Varios jugadores de Villanova ganaron el torneo hace dos años en Texas, con una canasta de 3 puntos que anotó Kris Jenkins cuando estaba sonando el timbre para finalizar el partido, venciendo a Carolina del Norte.
Las obligaciones con la prensa, los frenéticos fanáticos y las difíciles preparaciones para el partido no fueron nada nuevo para Jalen Brunson, el guardia que estudia el penúltimo año en la universidad y que este jueves fue nombrado el Jugador del Año por The Associated Press.
“Definitivamente, es una ventaja para nosotros el haber estado aquí anteriormente”, dijo Brunson.
“Pero aún tenemos que jugar. Van a suceder muchas cosas en los próximos días, pero lo estoy disfrutando porque estoy aquí con mis hermanos y por tratarse de este momento”.
El vuelo de Villanova experimentó una turbulencia al descender a Texas, aunque Mikal Bridges tranquilizó al nervioso Eric Paschall.