Sergio Arturo Duarte / El Diario
2018-03-29
Darío Gardea, pitcher derecho juarense, quien en enero anterior firmó con la organización de los Tigres de Detroit, está por finalizar con los trámites de visado de trabajo antes de conocer la fecha de salida y de viajar a San Pedro de Macoris, República Dominicana, donde la organización felina tiene una academia.
Feliz por esta meta cumplida, el serpentinero que lanza en el torneo regional “Héctor ‘Bomba’ Pérez”, con los Búhos de Villa Ahumada, comentó que ahora lo que quiere es viajar al caribe y se mostró ansioso porque la hora de salir, llegue.
“Era lo que siempre había querido, poder firmar ya con un equipo de Estados Unidos porque batallé, no se me daba de que siempre sí, al último me salían con que no, pero ya, gracias a Dios se logró mi objetivo. Ya me quiero ir de aquí, ya quiero saber lo que es ponerme la camisa de Detroit y jugar un juego con el equipo”, manifestó.
Gardea Acosta, de 18 años y 1.90 metros, afirmó que su objetivo primordial es hacer un buen trabajo en la isla caribeña.
“Este año, es terminar bien en Dominicana y, con el favor de Dios, más adelante, poder llegar a Estados Unidos”, mencionó.
Subrayó que jugar pelota en la Unión Americana representa un desafío más grande para él y es el tipo de retos que le agrada afrontar.
“Es más fuerte el nivel en Estados Unidos y, en lo personal, a mí siempre me ha gustado enfrentarme a lo bueno, a lo que realmente es donde voy a batallar, por eso mi anhelo de llegar a Estados Unidos”, expuso.
Anticipó que, esta vez, a diferencia del 2015, las cosas en su estancia en Dominicana serán muy distintas gracias a la relación de trabajo que tiene con los bengalíes.
“La primera vez que fui a Dominicana, fui a un complejo que no pertenecía a ninguna organización –equipo- de Estados Unidos y ahí batallamos, lo que fue Efraín –Contreras- y yo batallamos bastante. Ya, con Detroit, tienes todo para poder entrenar, comer bien y todo eso”, afirmó.
Como armas sobre el montículo, el lanzador juarense tiene una velocidad de 94 millas, un efectivo slider, aunado a su estatura, virtudes que convencieron a los buscadores felinos.
Darío, quien además de jugar con los Búhos, va al gimnasio, realiza trabajos específicos para lanzadores en el terreno de juego y corre, comentó que después de firmarlo, los Tigres le realizaron una investigación de su vida deportiva, desde niño hasta la fecha, para cubrir el bono por su rúbrica.
En tanto la hora de emprender el viaje llega, Gardea es uno de los 11 pitchers con un juego salvado en el regional.
Ocupa el sexto sitio en carreras limpias admitidas con 4.50, con ocho carreras en 16.0 innings lanzados, en cuatro juegos y es quinto lugar en ponches con 20, junto a Eduardo Molina, de Pinturas Premier.