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Suma oro

Associated Press

2018-02-18

Pyeongchang, Corea del Sur.- Dos pruebas, dos oros para Marcel Hirscher. El austriaco de 28 años se perfila como rey del esquí alpino en Pyeongchang, donde podría obtener todavía otra presea dorada.
Hirscher conquistó ayer el eslalon gigante con un tiempo de dos minutos, 18.04 segundos. Se impuso al noruego Henrik Kristoffersen por una diferencia de 1.27 segundos, la más amplia que se haya registrado en esta competición en unos Juegos Olímpicos en medio siglo.
Tras coronarse también en el combinado alpino, Hirscher tiene previsto competir mañana en el eslalon, que considera su mejor prueba.
“Estoy feliz”, dijo Hirscher. “De hecho, esto es el éxtasis, por el momento”.
En el Centro Alpino de Yongpyong, Hirscher tomó la ventaja después de la primera bajada. Sin embargo, Kristoffersen repuntó del décimo lugar en la mañana al primero en la segunda.
“¡Guau!, no es fácil ser el favorito absoluto en esta disciplina y luego quedar ahí como líder desde el primer descenso, sabiendo que Henrick te había superado”, dijo Hirscher. “No tenía otra opción, sabía que debía dar el 100 y tuve que encarar esta batalla”.
El francés Alexis Pinturault se llevó el bronce, a 1.31 segundos de Hirshcer.
Participó un nutrido grupo de latinoamericanos. El boliviano Simón Breitfuss fue el mejor ubicado (43ro), seguido por el mexicano Rodolfo Dickson (48vo) y el puertorriqueño Charles Flaherty (73ro). No terminaron la prueba el colombiano Michael Poettoz, el chileno Kai Horowitz ni el argentino Sebastiano Gastaldi.

PIRUETAS Y BESOS
El noruego Oystein Braaten se mostró también extasiado tras ganar el slopestyle en el esquí acrobático, donde superó al estadounidense Nick Goepper.
“En el primer recorrido hice lo que tenía previsto, lo que quería y podía hacer. Luego, logré sostener todo en el resto de los recorridos que fueron buenos hoy”, comentó Braaten. “Tan sólo ser parte de una final como ésta fue asombroso”.
Braaten era la mayor estrella en el Parque Nevado Fénix, aunque todos los ojos estaban puestos sobre el estadounidense Gus Kenworthy, quien reveló su orientación gay hace un par de años tras obtener la plata en Rusia.
Kenwothy falló en sus tres recorridos y fue último.
Antes de la competición, la cadena NBC captó una muestra de cariño entre Kenworthy y su novio Matt Wilkas, y la imagen causó revuelo en las redes sociales.
“Ser capaz de hacer eso, de darle un beso, y de que ese afecto se transmita al mundo, es increíble”, dijo Kenworthy. “La única manera de cambiar las percepciones y de derribar los muros de la homofobia es la representación, algo que definitivamente no había cuando yo era niño. Nunca vi a un deportista gay besar a su novio en los Juegos Olímpicos”.

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