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Los resistentes Vikingos se alistan para Filadelfia

Associated Press

2018-01-16

Eden Prairie, Minnesota— Mike Zimmer ha estado sonriendo más de lo acostumbrado, mostrando una apariencia relajada de satisfacción que en raras ocasiones había revelado en público durante la temporada de la NFL, y hasta bajó la guardia durante unos minutos durante la conferencia de prensa posterior al partido dentro del bullicioso estadio de Minnesota.
“Oigan, abran las cortinas!”, gritó Zimmer, dándole un pequeño empujón a un oficial de los Vikingos para que presionara el botón que mueve las cortinas de las ventanas y permitiendo que las personas que pagaron boletos Premium de un cubículo adyacente pudieran ver hacia ese lugar.
Su deseo de interactuar con las personas que aclamaron a los Vikingos por la victoria que obtuvieron en la última jugada de la ronda divisional era manifiesto.
Luego, Zimmer empezó a aplaudir rítmica y lentamente por encima de su cabeza, dignificando el ritual “Skol” realizado por fanáticos vestidos de morado que en cada partido honran la herencia escandinava y el apodo del equipo.
“Se lo merecen!”, dijo Zimmer.
En sus compañeros de la liga, los jugadores que estaban en el vestidor, hasta todas las personas de la organización, existe una fuerte convicción de que Zimmer se lo ha ganado, al estar a una victoria de aparecer en el Super Bowl.
La manera en que los Vikingos concluyeron la victoria por marcador de 29-24 sobre Nueva Orleans con un pase para anotación de 61 yardas, que era su última oportunidad y que lanzó Case Keenum hacia Stefon Diggs, sugirió que están en una agradable camino, un territorio inédito para su franquicia, que no ha logrado un campeonato.
“Yo creo que se siente muy orgulloso de nosotros”, comentó el ala cerrada Kyle Rudolph.
“Orgulloso de nosotros porque luchamos hasta que había ceros en el reloj”.
Zimmer está aquí, preparando a los Vikingos para el partido del domingo en que se disputará el título de la Conferencia Nacional en Filadelfia, porque él mismo se resistió a dejar de luchar.
Después de haber pasado por muchas vacantes de entrenador en jefe durante un lapso de seis años como coordinador defensivo de Cincinnati, Zimmer estuvo a punto de cancelar una segunda entrevista en Minnesota en el 2014 después que otro equipo que lo consideró escogió a otro candidato.
Ignoró el desaliento y en lugar de eso, aceptó la oferta de convertirse en el noveno entrenador en jefe en la historia del equipo a la edad de 57 años.

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