Associated Press
2018-01-11
Pittsburgh— Las palabras que amenazan con definir la temporada de Ben Roethlisberger fueron dichas casi como una acotación adicional, y más bien con un aire de frustración y sarcasmo.
Pero simplemente no fueron interpretadas de esa manera cuando recorrieron las redes sociales, ni sonaron de igual manera durante una grabación que se repetía constantemente.
“Quizás ya no tengo la habilidad que tenía”, según dijo el mariscal de los Acereros de Pittsburgh en los sombríos vestidores hace tres meses tras haber lanzado cinco intercepciones en una derrota de 30 a 9 ante Jacksonville.
Pero Roethlisberger no quiso decir eso. Quizás haya sido más una reacción visceral luego que dos de sus pases fueran regresador 55 yardas en dirección opuesta y que se convirtieron en los touchdowns que le pusieron fin al partido. Tres días después, el jugador de 35 años estaba de vuelta refiriéndose a sí mismo como uno de los “mejores en el mundo”. Y no fueron sólo habladurías. A eso le siguió la mayor parte de un periodo de 10 semanas en las que jugó como tal.
El mariscal, quien entrará al campo de juego el domingo para una revancha contra los Jaguares en la ronda divisional de los playoffs, ha recuperado la confianza en sí mismo. El receptor abierto, Darrius Heyward-Bey, en broma le dio crédito a la barba que Roethlisberger ha comenzado a dejarse crecer tras una de las actuaciones que bien podrían pasar al olvido en el transcurso de su carrera. Pero claro está que esa no es la realidad. Los jugadores que acompañan a Roethlisberger en el campo saben que esa confianza nunca se perdió.
“Ben es el jugador más talentoso que jamás haya visto”, dijo Heyward-Bey. “Y no estoy hablando de sus habilidades como mariscal, hablo de talento. Puede hacer una infinidad de cosas. Él cree firmemente en sus habilidades y le va a demostrar a la gente el domingo que él también cree en sí mismo”.
El jugador que llegó a considerar jubilarse la primavera pasada, del cual el entrenador de mariscales, Randy Fichtner, dijera en noviembre que ocasionalmente podría llegar a lanzar un oscilante balón al mismo tiempo que daba cuenta de su edad, se dirige a su 21vo. partido de los playoffs en su carrera mientras se coloca en la cima de su poderío. Roethlisberger ha promediado con 298 yardas por aire desde aquellas poco memorables tres horas contra la mejor defensa de la NFL.
Roethlisberger ha lanzado múltiples pases de anotación en siete partidos consecutivos y los Acereros terminaron la temporada con una racha de 9-1, siendo la única derrota ante Nueva Inglaterra el 17 de diciembre, en la que su único error fue una mala ejecutada picada del balón que resultó en una intercepción con la que terminó aquel partido.
¿Pero que le ha resultado a Roethlisberger últimamente? Casi todo.
Contar con dos de los mejores jugadores de posición en la liga, el receptor abierto Antonio Brown y el corredor Le’Veon Bell realmente es de gran ayuda. Al igual que lo es la continua evolución del novato JuJu Smith-Schuster y la inmersión en la ofensiva de Martavis Bryant.