Deportes

Enorme desafío

Associated Press

2017-12-13

Filadelfia— Nick Foles va a ingresar a una situación estresante con un equipo que tiene enormes expectativas, en una ciudad que está desesperada por conseguir su primer título del Super Bowl.
Aunque él no es el ordinario relevo del mariscal.
En el 2013, tuvo un tremendo éxito como titular de las Águilas de Filadelfia, en el 2015 experimentó lo que se siente fallar como el primer mariscal de los Carneros de San Luis.
Ganó un premio como el Jugador Ofensivo Más Valioso en un Tazón de Profesionales, ha sido negociado, despedido y también ha contemplado el retiro.
Ahora, es el hombre que lidera a los campeones del Este de la Conferencia Nacional.
Foles no es Carson Wentz, quien ha tenido una temporada del calibre de un Jugador Más Valioso antes de que se rompiera el ligamento anterior cruzado izquierdo.
Sin embargo, es un mariscal capaz que no se sentirá abrumado por los reflectores.
“Es maduro como mariscal, tiene habilidad para el liderazgo, entiende nuestra ofensiva y las defensas”, comentó ayer Doug Pederson, entrenador de las Águilas.
“Siempre supimos que era un mariscal inteligente e intelectual”.
Pederson estuvo aquí como asistente cuando el exentrenador Andy Reid seleccionó a Foles en la tercera ronda del Draft del 2012.
Foles fue titular en seis partidos en esa temporada para un equipo que tuvo un récord de 4-12.
Empezó el 2013 como relevo de Michael Vick en la primera temporada de Chip Kelly en Filadelfia.
Foles reemplazó a Vick después que se lesionó en octubre, tuvo una temporada sensacional y logró que las Águilas tuvieran su más reciente aparición en los playoffs –una derrota en casa ante Nueva Orleans.
Foles lanzó para 27 anotaciones y sólo tuvo dos intercepciones en 10 ocasiones como titular, teniendo un índice de eficiencia de 119.2, siendo el tercero más alto en la historia de la Liga.
Empató el récord de la NFL con siete pases para anotación en un partido que se efectuó en Oakland en noviembre del 2013.

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