Deportes

Se adueña de la titularidad

Sergio Arturo Duarte / El Diario

2017-11-21

Grata revelación en el medio campo de Bravos FC Juárez, Irving Ávalos, a quien apodan ‘Pirri’ –mote derivado de pirruña, referente a alguien de baja estatura– ha correspondido con creces a la confianza que el entrenador Miguel Fuentes y sus compañeros han depositado en él.
Luego que sólo jugó ocho minutos contra Mineros Zacatecas, en la fecha cinco, y 12 frente a Venados, en la número nueve, en el calendario regular, en la liga, Irving, de 26 años y 1.72 metros, ha sido titular desde la jornada 14 contra Cafetaleros Tapachula y, en cuatro cotejos no ha soltado el puesto.
El sábado anterior, en el duelo de vuelta de cuartos de final, a pase de Rodrigo Prieto, anotó el gol que ‘mató’ a los Venados y resolvió la eliminatoria por marcador de tres a cero.   
“Me he sentido muy bien, muy tranquilo por la confianza que me ha dado el ‘profe’ y el grupo, más que nada, creo que estamos haciendo buenas cosas y vamos a hacer buenas cosas para ascender este equipo y trascender todos”, expuso.            
Ávalos González narró cómo vivió el tanto con el que los Bravos abrocharon su pase a semifinales.
“No me caía el veinte porque yo no soy de meter goles y creo que fue un gol de todos y para todos”, señaló.
Admirador del astro brasileño Ronaldinho Gaúcho, acompañante a los juegos y fiel seguidor de sus hermanos Manuel y Edwin por los campos de futbol, en su natal Tepic, Nayarit, Irving, sintió desde muy pequeño una atracción muy fuerte por el soccer.
“Desde chico siempre me gustó el balón, siempre iba a los partidos a ver a mis hermanos y ahí empezó mi historia en el futbol. Desde los cuatro años empecé a seguirlos y a los cinco años fue mi primer equipo, en Chupones”, recordó.
Integrante de una familia de futbolistas y con los ejemplos en casa, Irving, siguió después a su padre José Manuel Ávalos, quien jugó a nivel amateur en la categoría Intermedia.
“Ahí empezó mi carrera, ya me metieron a una escuelita de futbol y, a los siete años ya me gustó más. Empecé a ir yo solo porque ahí estaba en mi colonia y, de ahí, me gustó mucho el futbol. Ahí empecé a agarrar más gusto de ir y jugar”, dijo.
Inició entonces un largo peregrinar en el futbol en Cuarta División con Vaqueros de Ixtlán, donde duró seis meses y pasó a Chivas Sufacen, de Tepic.
Entre los 14 y 15 años, fue llamado para sumarse a las fuerzas inferiores de las Chivas Rayadas del Guadalajara, club en el que debutó en Primera División, el seis de enero del 2013, contra los Diablos Rojos del Toluca.            
 

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