Deportes

Un bravo de 'sangre azul'

Sergio Arturo Duarte / El Diario

2017-11-10

Una cementera de la empresa Cruz Azul ubicada cerca de su natal Juchitán, Oaxaca, trazó el camino a seguir para Mario Ortiz y marcó su destino, tanto en el futbol, como en la vida misma.
Sin tener el propósito de jugar futbol profesional, al tiempo que crecía viendo a sus ídolos Juan Francisco Palencia, Cuauhtémoc Blanco, Zinedine Zidane y Alessandro del Piero, entre los 12 y 13 años, Mario iba de Juchitán a Lagunas, Oaxaca, a entrenar con la filial del Cruz Azul, dos o tres veces por semana, .
Un par de años después, el soccer dejó de ser un pasatiempo para el hoy delantero de Bravos FC Juárez, quien recibió el llamado para ir a La Noria, a la Ciudad de México e incorporarse a las divisiones inferiores de la ‘Máquina Celeste’.
“Ahí comienza toda esta aventura que espero y todavía no termine”, declaró entre risas el atacante de 34 años y 1.79 metros.
Mientras en la capital del país, donde la competencia era más en serio, entrenaba al lado del primer equipo y se daba cuenta que el sueño de jugar en el máximo circuito era posible –meta que alcanzó a los 17 años–, en el hogar de la familia Ortiz Velásquez, con el corazón roto, su madre, sufría por su ausencia.
“Fue algo muy difícil, muy duro para mi familia, para mi mamá, sobre todo. Para mí, también se me hizo difícil. Creo que la vida del futbolista es muy solitaria, por ahí, se pueden ver muchas cosas en los reflectores, pero, la realidad es que desde chico sufres mucho con la falta de la familia, la falta de cariño, a veces, pero, bueno, son costos que hay que pagar para poder jugar este maravilloso deporte”, apuntó.
Hecho en el Cruz Azul, donde fue compañero de Sebastián ‘Loco’ Abreu, Luciano Figueroa, César ‘Chelito’ Delgado, Juan Reynoso, Oscar Pérez, Tomás Campos, entre muchos otros, y con una larga trayectoria en las canchas, llegó a esta ciudad en el verano del 2015, para sumarse a los Bravos, su segundo equipo en el Ascenso MX, después de Coras Tepic.
Justo en el Apertura 2015, en el primer torneo de la franquicia, el ex jugador de Atlante, Puebla, Tecos UAG, Querétaro, San Luis, Jaguares, levantó la copa y, al lado de futbolistas llamados ‘de revancha’ por el entonces técnico Sergio Orduña, cumplió una meta importante.
“Me tocó ser campeón hace dos años y es una satisfacción muy grande, una alegría y una tranquilidad que te da ser ganador. Eso no se compara con nada y quiero volver a sentir esa sensación”, afirmó.
En la mente de Mario, quien gusta de la lectura (biografía de André Agassi, los Cuatro Acuerdos, El Alquimista, Mario Puzo, José Mourinho, ‘Pep’ Guardiola), de ir al cine y de una buena comida al lado de las personas que quiere, no hay otro objetivo más que el ascenso a la Liga MX con el FC Juarez, club con el que ya perdió dos finales.
“Ya sé lo que es ganar, así que vamos por esa sensación que es ‘muy padre’, que es muy linda  y ese sueño lo tenemos que cumplir”, enfatizó.
De ‘sangre azul’, Ortiz vivió el lado triste del futbol con los Cementeros, con quienes sufrió dos reveses en batallas por la corona.
Una de ellas, ante Monterrey, en el Apertura 2009.

X