Deportes

Enseñanza inmortal

Sergio Arturo Duarte / El Diario

2017-11-09

Hacedor de talentos, tejedor de ilusiones y mentor de ‘diamantes en bruto’, día con día, el entrenador Juan de Dios Vázquez, ha pulido las habilidades y virtudes de los deportistas a su cargo y, bajo su guía, los ha llevado a sitios importantes en el plano nacional e internacional.
Cumplida ‘toda una vida’ en la enseñanza de los secretos en la pista y en el campo, Vázquez, –quien el lunes 20 entrará al Salón de la Fama– no sólo recuerda a los grandes campeones que forjó, sino también a los atletas que, aunque, no subieron al podio, resultaron triunfadores en la batalla cotidiana y, fuera del deporte, le dejaron un gran aprendizaje.  
“Son treinta y tantos años con jóvenes. Desgraciadamente siempre te acuerdas de los primeros lugares, pero no, hay muchos jóvenes. Hay satisfacciones grandísimas con jóvenes que no agarraron medalla, pero aprendiste muchísimo de ellos. Espero que ellos hayan aprendido de uno también”, expuso.  
Nombres como los de Pablo Benavides, Rogelio Sáenz, Antonio Garza, Armando Jiménez, Jesús González, Rosa Salas, Lidia Medina, Susana Quevedo, Manuel Hernández, Elizabeth Sánchez y Lourdes Villanueva, ex atletas de las Liebres del ITCJ, entre muchos otros, están plenamente ligados e identificados con el de él, en un binomio indisoluble pese a la marcha del tiempo.
“Son los atletas que confían en ti, que hacen que tu trabajo se vea, los que dan el resultado y, por ello, te llevan a situaciones como éstas, estar en un Salón de la Fama”, expresó Vázquez Quiñones, de 55 años, y oriundo de Durango, Durango.  
Junto a Villanueva, su entonces alumna, integrará la primera pareja de esposos en el ‘Nicho de los Inmortales’.
“No me puedo separar –dice en son de broma, mientras suelta una sonora carcajada– y sigue el matrimonio. Es parte de mi agradecimiento hacia ella –Lourdes Villanueva– también que me ha soportado todo este tiempo dentro de lo profesional, dentro de lo familiar y, seguimos con esto –sonrisas–, entonces, es algo muy especial”, apuntó.   
El coach llegó a esta frontera en 1986, como atleta de los Mineros de UTEP y, a la vez, entrenador de las Liebres del ITCJ.
“Como entrenador cumplo casi 40 años. Inicié en Durango, Durango, después seguí en la Ciudad de México, en El Paso, Texas, y aquí en Ciudad Juárez alternativamente”, expuso.
Finalizada su carrera como atleta activo en 1988, por 10 años fungió como coach asistente de Bob Kitchens, en saltos y multieventos, en UTEP.
De ahí, continuó su labor en el Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez, hasta la fecha.
Agradecido con todas las personas quienes hicieron posible su entrada al Salón de la Fama y, con la vida misma, Vázquez confesó que en sus inicios en esta faceta jamás esperó que este momento llegaría.    

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