Associated Press
2017-07-17
Londres.- Roger Federer ha aprendido a no dar nada por hecho.
Es por eso que durante la presentación de su trofeo tras ganar un octavo campeonato de Wimbledon, el suizo declaró que “ojalá este no sea mi último partido. Y espero que pueda volver el próximo año para tratar de defender el título”.
Algunos se preguntaban si el suizo estaba considerando el retiro.
Lejos de ello. Lo que quiso decir, explicó Federer ayer, fue simplemente: “No puedo adelantarme demasiado”.
“No pensé sobre lo que iba a decir. Sólo salió de esa forma, para mostrar a la gente que sí, claro que espero defender mi título y claro que deseo regresar aquí el próximo año. Pero en verdad no sabemos si va realmente a suceder”, aclaró en una entrevista con The Associated Press en el All England Club, la mañana después de vencer 6-3, 6-1, 6-4 a Marin Cilic en la final. “Hay que esperar y ver”.
No siempre mostró ese enfoque, cuando tenía veintitantos años e impuso un récord al avanzar a diez finales consecutivas en torneos de Grand Slam.
Las cosas son distintas ahora.
“A los 25, cuando uno gana, piensa, ‘Muy bien, los veré el próximo año’, pues es normal. Uno va a jugar, sin duda. El cuerpo va a estar bien, es lo más probable. Y si no es el próximo año, bueno, entonces al año siguiente, ¿saben?”, comentó Federer mientras recorría los pasillos de la Cancha Central. “Pero yo realmente ya no puedo pensar en lo que sucederá dentro de dos años. Seamos honestos”.
Primero que nada, no hay manera de evadir la cuestión de la edad: Federer cumplirá 36 años el 8 de agosto; es el tenista de mayor edad en ganar Wimbledon en la era abierta, que inició en 1968.
Y además está lo que le sucedió hace cerca de 18 meses: Siendo padre de cuatro hijos, se preparaba a bañar a sus hijas mellizas cuando al momento de girar sintió un chasquido en su rodilla izquierda. En febrero de 2016 fue sometido a una operación por primera vez en su carrera, una cirugía artroscópica para reparar un desgarro de cartílago.
Federer regresó a la gira ese marzo, luego se perdió el Abierto de Francia por persistentes problemas de espalda, lo que puso fin al record de 65 participaciones consecutivas en torneos Grand Slam. Después de una derrota en semifinales en Wimbledon hace un año, se tomó un descanso por el resto de la temporada para dejar que su cuerpo sanara, ausentándose del Abierto de Estados Unidos, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y demás torneos.
“He visto qué tan pronto las cosas pueden cambiar”, afirmó Federer. “El llenar esa tina para mis hijas cambió todo por el siguiente año y medio de mi carrera en el tenis, realmente”.
Sin embargo, estos últimos seis meses han sido excelentes.
Federer tiene marca de 31-2 y lidera al tour en cuanto a títulos obtenidos en 2017 con cinco. Esa cifra incluye su 18vo trofeo de un Grand Slam en el Abierto de Australia –que terminó con una sequía de cuatro años y medio sin un título Major_ seguido por su 19no en Wimbledon, donde se convirtió en el primer hombre desde Bjorn Borg en 1976 en ganar el torneo sin perder un solo set.