Deportes

Condecoran a escaramuza de esta frontera

Sergio Arturo Duarte / El Diario

2017-06-26

Acreedora a tres títulos nacionales con la escaramuza Las Rarámuris, dos como jinete y uno como entrenadora e integrante de una familia, en la cual, la charrería es un estilo de vida, más que un deporte, Mariquel Villar, quien nació y creció entre puros ‘hombres de a caballo’, recibió el domingo anterior la Rosa de Oro, la máxima distinción que otorga la Federación Mexicana de Charrería.
De manos del PUA (Presidente de la Unión de Asociaciones de Charros) Eloy Soto, durante la ceremonia de clausura del Campeonato Estatal Charro, en el ruedo del Lienzo Adolfo López Mateos, Villar de Iglesias recibió el galardón como reconocimiento a su importante y amplia trayectoria de 48 años en el llamado ‘deporte nacional’.
“Me siento muy contenta, muy orgullosa, la verdad. Para mí, fue una sorpresa porque no me lo esperaba. Me siento muy comprometida también, tanto con la federación como con mi asociación por seguir fomentando la charrería, un compromiso muy grande”, expresó.
Mariquel, quien a los cuatro años montó un caballo por primera vez como simple paseo y, a los cinco formó parte de la escaramuza charra Las Rarámuris, fundada por su padre Leonardo Villar, y que ejecutaba sus movimientos a pelo –sin silla de montar-, entró al ruedo con la idea de que entregaría un reconocimiento a su hermano Osvaldo ‘Chacho’ Villar, charro miembro del Salón de la Fama del Deportista Juarense.
De pronto, se percató que no sería así, pues el sonido local empezó a leer parte de su hoja de vida, de sus logros y conquistas en la charrería femenil en la que paso a paso, a baja y alta velocidad, con aplomo, fuerza y constancia, le ha dado vida y sentido.
“Lo que más me emocionó fue que cuando estaba ahí, estaba toda mi escaramuza vestida de india tarahumara atrás de mí. Fue un motivo muy ‘padre’, es lo que nos identifica, es nuestro emblema. Recordé a mi padre, él fue el que fundó la escaramuza, empezaron los recuerdos con ese sueño de mi papá, que fue el de formar una escaramuza, que fue la primera escaramuza en el estado de Chihuahua”, expuso.
Emocionada hasta el tuétano por el reconocimiento de parte de Leonardo Dávila, presidente de la Federación Mexicana de Charrería, indicó que dentro de sus planes a corto plazo, está el de conformar una escaramuza chica para continuar con su inspiradora labor para mujeres de todas edades, niñas, jovencitas y adultas.
“Para poder tener niñas chiquitas y que sigan la tradición, para que no muera esa tradición tan mexicana que nos representa a México, sobre todo y a nuestro estado. Las Rarámuris toda la vida han sido algo especial para el estado de Chihuahua”, externó.

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