Agencia Reforma
2017-06-23
Kazán, Rusia— México busca ser el aguafiestas de la Copa Confederaciones y para ello Juan Carlos Osorio apostará por su mejor 11.
Vapuleado por las rotaciones, linchado mediáticamente, el colombiano apunta a que el Tricolor muestre el temple y clasifique a semifinales a costa del anfitrión Rusia; un empate le basta.
“Jugamos en Kazán, con más de 40 mil aficionados, 90 por ciento rusos, jugándose la clasificación. Es un escenario extraordinario porque es la gran oportunidad para el futbol mexicano y para nuestros jugadores de mostrar que tienen la jerarquía de asumir esa responsabilidad.
“Hay que demostrar que tenemos la capacidad, el talento, la determinación para jugar de igual a igual en ese escenario”, clamó Osorio.
El técnico arriesgó todo para este partido, al matar o morir, consciente de que frente a Nueva Zelanda no se iba a definir la clasificación.
Más allá de las críticas, la apuesta por rotar ha tenido un punto muy positivo ya que los rusos tienen a 8 elementos con 180 minutos de desgaste y a uno más con 173.
En contraste, del lado mexicano sólo Diego Reyes ha jugado los dos encuentros, mientras que Raúl Jiménez acumula 169 minutos, Héctor Herrera 135 y el resto tiene menos de un partido y medio de juego. El equipo llegará fresco a la cita en la Arena Kazán.
En caso de empatar, el anfitrión Rusia tendrá que rezar para que Nueva Zelanda derrote al campeón europeo Portugal, en un duelo simultáneo.
México presume al mejor ataque del torneo con 4 goles, 9 disparos salvados por la defensiva y otros 9 bloqueados, así como 11 desviados. Por el cuadro ruso, el portero Igor Akinfeev es hasta el momento el más destacado con apenas un gol recibido y siete atajadas.
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