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Asombra ascenso de Jornet al Everest

Agencia Reforma

2017-05-25

Ciudad de México— Sin oxígeno artificial ni cuerdas físicas ni sherpas. Sin duda, subir así el Everest es un gran desafío, pero lograrlo en 26 horas es una hazaña.
En estas condiciones lo logró el ultramaratonista y montañista catalán Kilian Jornet, a quien algunos expertos ya lo ven como si fuera extraterrestre y que siguen aplaudiendo la conquista, pues el tiempo récord que implantó incluye el haber descendido en apenas 12 horas.
Sí, en apenas 38 horas Jornet subió a los 8 mil 848 metros de la cima del mundo y bajó a 6 mil 492 metros en el campamento base avanzado (CBA), y lo hizo por la cara norte con el mínimo de equipamiento: tres capas de ropa, botas con dos cubiertas, guantes y dos piolets.
Regularmente, un ascenso así se lleva un par de días para subir y otro par para bajar.
Su expedición inició el sábado en el Monasterio de Rongbuk, a unos 5 mil 100 metros de altura, y corrió algo más de 15 kilómetros -buena parte de ese tramo al borde un glaciar- para llegar en poco más de 4 horas y media al CBA, donde tomó un descanso.
Llegar a la cima le llevó casi 21 horas y media, y tuvo sus inconvenientes.
“Hasta que llegué a 7 mil 700 metros me sentía bien y estaba yendo de acuerdo a mi planificación, pero allí empecé a sentir dolor de estómago. Supongo que debido a un virus estomacal. Desde allí me he movido lentamente y parando cada par de pasos para recuperarme. Sin embargo, hice cumbre a medianoche”, explicó Jornet a El País.
“Subir a la cima del Everest sin cuerdas fijas no es algo que se pueda hacer todos los días. Vi una puesta de sol espectacular”, agregó el montañista de 29 años de edad.
Su objetivo era regresar al monasterio desde donde partió, pero problemas físicos le impidieron enfrentar esa zona pedregosa y con tramos de hielo, pero lo cierto es que en menos de dos días escaló y bajó la montaña más alta del mundo.

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