Agencia Reforma
2017-04-25
Ciudad de México— Pachuca sueña y vive por el pentacampeonato.
A los Tuzos ya no les alcanza con la renta de tener cuatro títulos de Concacaf (2002, 2007, 2008 y 2010), tampoco con el recuerdo de probar en tres ocasiones las mieles de un Mundial de Clubes. Por ello, y para refrescar la memoria buscarán ante Tigres su quinta copa en este torneo, deseado por muchos, jugado por algunos otros.
Enfrente aparece un adversario que sólo ha escuchado historias y lo maravilloso que es jugar ese certamen. Varias han sido de su vecino incómodo, Rayados, que si algo puede presumir, es haber disputado el “Mundialito” en tres ocasiones, y en una de ellas, haber regresado con un tercer lugar en la bolsa (2012).
En el duelo de ida, Pachuca optó por el papel de víctima y le resultó. Los universitarios se ahogaron ante su propia gente y terminaron empatando 1-1. Diego Alonso, técnico de los Tuzos, goza con la presión que agobia a los regios.
“La Ffinal será pareja, por más que tengamos una ligera ventaja por el gol de visitante, estamos en igualdad de condiciones, no hay favoritos para el día de mañana (hoy), lo que sí es que la presión está en ellos, hicieron una inversión muy grande para ir al Mundial de Clubes y competir ahí”, explicó el estratega.
Pachuca encontrará a unos Tigres con varías incógnitas. Primero por la incertidumbre que genera Guido Pizarro, fracturado de la nariz en la ida, practicando con una máscara de protección durante la semana, pero en duda para el choque de esta noche.
El golpe de perder el Clásico también caló hondo en los felinos, que no sólo se juegan su pase al Mundial de Clubes, sino que además tienen la posibilidad de irse con las manos vacías este semestre, ya sin depender de ellos mismos en la Liga. Pachuca también cojea de un pie.
Los Tuzos suman seis partidos al hilo sin ganar y sin anotar en el Clausura 2017, pero sus 27 duelos sin perder en el Estadio Hidalgo les invitan a no traicionase.
“Ni vamos a ponernos a defender todo el partido ni vamos a cambiar la estrategia radicalmente, tomaremos recaudos por su calidad, por los movimientos que pueden hacer ellos (Tigres), pero la postura será la misma que tenemos habitualmente.
La gloria de Concacaf espera por uno, Pachuca, un experimentado campeón, o Tigres, un equipo necesitado por el reconocimiento internacional.