Deportes

‘ImplaKable’

Eduardo Morán / El Diario

2017-04-21

El beisbol lo trae en la sangre por herencia de sus paisanos, pues nació en un país cien por ciento beisbolero, en un pueblecito de Santiago, República Dominicana, de donde fue llevado a los 18 días a Nagua, lugar en el que fue criado por su abuelo y donde Dinelson Lamet conoció el deporte de la pelota caliente.
“Me crié con mi abuelo allá en un campito, le dicen Pozo Hondo, ahí me crié y llegué hasta los 18 años de edad. Terminé mis estudios, me fui a Santiago y ahí me puse a practicar beisbol y ahí firmé con los Filis de Filadelfia”, recordó el pitcher de los Chihuahuas de El Paso, que apenas el jueves impuso la marca de 13 ponches en un solo partido.
Agregó que tuvo un pequeño problema por el que fue suspendido un año, tras lo cual regresó con un nuevo agente para que lo representara y que lo llevó a firmar con los Padres de San Diego en las Grandes Ligas, equipo del que los Chihuahuas son sucursal en Triple-A.
Al nacer y crecer en un país donde el beisbol se juega de una manera muy intensa, fue natural su gusto por este deporte desde niño.
“Todo el tiempo, todo el tiempo me gustaba el beisbol, miraba a la gente jugando en la televisión y decía wow, se mira bien, me gustaría algún día pertenecer a una organización”.
Desde niño, y hasta la fecha, su ídolo deportivo es Pedro Martínez. “Desde pequeño mirando su pitcheo, su juego como lo disfruta, así mismo me gustaría a mí disfrutarlo, como lo estoy haciendo ahora”.
Fue a los 16 años que empezó a practicar el beisbol ya más en forma, con la intención de estampar su firma con algún equpio profesional.
“Empecé allá en Nagua, un campito en San Rafael, de ahí me fui, entonces terminé mis estudios y me fui a practicar a Santiago”.
El camino para que Lamet llegara al beisbol profesional de los Estados Unidos no fue fácil, y en el mismo hubo muchas personas involucradas que de diferentes maneras le tendieron la mano y lo ayudaron a mantenerse para cumplir sus sueños.
“Han sido muchas personas involucradas, porque desde el principio era un problema para yo llegar al estadio, entonces ya ahí me prestaban un motor para yo poderme mover al estadio. Le agradezco mucho a una persona, José Lureña, que era firmador de Cleveland, Genaro Tineo que era dueño del programa y muchas personas que influyeron en mi carrera”.
“Eso fue desde mi principio, de ahí me fui a Santiago, empecé a practicar con un scout de Seattle, después ahí me suspendieron el año, y fue cuando conocí a Aldo Marrero, que fue el que me ayudó a conseguir contrato con los Padres”.
-¿Siempre has jugado como pitcher?
“Todo el tiempo he sido pitcher”.
-¿Por qué te gusta esa posición?
“Me gusta, disfruto cuando me poncho a un bateador, me lo gozo, me gusta”.
-Por cierto el jueves ponchaste a 13, una marca del equipo, ¿cómo te sentiste?
“Me sentí muy bien gracias a Dios, y gracias a Dios pude romper un récord que actualmente no sabía que estaba pero me sentí muy bien, muy satisfecho”.
-¿Cuál es tu fortaleza como pitcher?
‘Desde que empiezo, desde prepararme desde que me estoy bañando, de una vez me mentalizo, es mi juego, tengo que ganar, tengo que salir a ganar, me preparo para tener un buen juego, me preparo para tirar, no tiro para prepararme. Desde el bullpen me preparo y todo bien.
-¿Qué sientes cuando te pegan un jonrón?
‘No, no, es algo que uno no puede controlar, es algo que va a suceder tarde o temprano. Que uno no está preparado, pero hay que vivirlo.’
-¿Cómo te sientes con los Chihuahuas?
‘Muy bien gracias a Dios, muy, muy satisfecho, muy cómodo, buenos compañeros de equipo, buenos managers, muy bien, muy bien gracias a Dios.

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