Associated Press
2017-04-19
Boston— Horas antes de que sus excompañeros de los Patriots de Nueva Inglaterra fueran de visita a la Casa Blanca para celebrar su triunfo en el Super Bowl, funcionarios de prisión informaron que Aarón Hernández ató un extremo de su sábana a la ventana y el otro alrededor de su cuello y se ahorcó.
En una prisión de máxima seguridad a las afueras de Boston, y a una hora de camino del estadio en el que jugó al lado de estrellas de la talla de Tom Brady y Rob Gronkowski, Hernández trabó la puerta de su celda individual para impedir que los custodios intentaran detenerlo, y puso un fin prematuro a su sentencia de cadena perpetua como condena por un homicidio ocurrido en 2013. Tenía 27 años
Atrás quedó el campeonato nacional de futbol americano universitario, su propio viaje al Super Bowl en su segunda temporada de la NFL y la extensión de contrato de $40 millones que recibió como recompensa. Pocos días después de que Hernández fuera absuelto en un caso separado de asesinato, sus amigos, su familia y su equipo legal estaban buscando una explicación.
“No hubo conversaciones ni correspondencia de parte de Aarón con su familia o con su equipo legal que hubiera indicado que algo así era posible”, dijo su abogado, José Báez. “Aarón estaba esperando una segunda oportunidad para probar su inocencia. Aquellos que lo aman y se preocupan por él están destrozados y decididos a encontrar la verdad que rodea su muerte prematura”.
Los guardias encontraron a Hernández poco después de las 3 de la madrugada de ayer en la prisión estatal de Shirley, dijo el portavoz del Departamento de Corrección Christopher Fallon. El ex ala cerrada fue llevado a un hospital y declarado muerto una hora más tarde.
Fallon dijo que no estaba al tanto de alguna nota de suicidio y los funcionarios no tenían ninguna razón para creer que Hernández tenía un perfil suicida. De lo contrario, habría sido trasladado a una unidad de salud mental, dijo Fallon.
La oficina del fiscal del condado de Worcester y el Departamento de Corrección están investigando.
Los Patriotas no tuvieron ningún comentario inmediato. En la Casa Blanca por la tarde, el presidente Donald Trump felicitó a los campeones del Super Bowl, pero no mencionó a Hernández.
El abogado de Hernández indicó además que realizará su propia investigación sobre la muerte y afirmó estar “sorprendido y conmocionado” por la noticia.