Deportes

No pueden con la selva

Agencia Reforma

2017-02-26

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas— Cuatro minutos bastaron para que las Chivas arruinaran su posibilidad de ser líderes y para que los Jaguares soñaran con la salvación.
La ventaja de dos goles con la que el Guadalajara se fue al descanso en el Víctor Manuel Reyna -que pudo ser mayor- sirvió sólo para hacer más dolorosa la derrota, el 4-3 ante un equipo que se confirmó como el “matagigantes”.
A Jaguares le sienta bien enfrentar a rivales de gran jerarquía. Mientras muerde el polvo ante contrincantes de la parte baja de la clasificación, presume victorias contra América, Tigres, Toluca y ahora el Rebaño, y ya aventaja por 7 puntos al Morelia en la lucha por no descender y está a tres del Cruz Azul, su próximo rival.
Y eso que Chivas pegó apenas al 3’ con gol de Rodolfo Pizarro, precedido de un error de Moisés Muñoz a disparo de Eduardo López.
El cuadro rojiblanco incrementó la ventaja con un penal sobre Alan Pulido, al 32’. Alan quiso cobrar en lugar del tirador oficial Ángel Zaldívar, pero fue respetuoso para obedecer la indicación del técnico e ir a felicitar al “Chelo” cuando éste acertó. Una doble atajada de “Moy” y un tiro de Oswaldo Alanís al travesaño pudieron liquidar al local...
Sergio Bueno sustituyó a Luis Miño por Dieter Villalpando y eso, combinado con la pasividad del Rebaño, inclinó la balanza. Al 47’ Luis Ángel Mendoza ya había estrellado el balón en el poste derecho. Entre el 51’ y el 54’ los Jaguares gestaron la voltereta.
Primero fue Félix Araujo el que, libre de marca, venció a Rodolfo Cota con un cabezazo. Después el árbitro Marco Ortiz señaló como penal una dudosa falta de Alanís sobre Jonathan Fabbro; el paraguayo-argentino empató el partido. Lucas Silva hizo el tercero tras un mal despeje defensivo de Pulido.
Chivas dejó espacios y lo pagó ante jugadores rápidos como Mateus Goncalves y Luis Leal, quienes se combinaron en el gol de este último.
Una vez más Pizarro le devolvió la esperanza al Rebaño, el segundo en su cuenta tras una asistencia de Zaldívar, al 83’.
No bastó. Toda la disciplina que mostraron las Chivas en el primer tiempo se transformó en ansiedad en el complemento, ésa que llevó a Jair Pereira a romperle la nariz a Jonathan Fabbro, un codazo que le puede costar la suspensión al capitán en caso de que la Comisión Disciplinaria intervenga.

 

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