Yarek Gayosso / Agencia Reforma
2017-02-13
Ciudad de México— Algunos deportistas no sólo se llevan a casa una medalla, también en el deporte encuentran el amor.
Cuatro meses después de haber conseguido la presea de bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016, Misael Rodríguez le propuso matrimonio a la medallista panamericana Tamara Vega.
La fecha exacta aún está por definirse, pero La Ciénaga, en Chihuahua, lugar de origen del boxeador, apunta como el lugar indicado para la celebración.
Y aunque ambos nacieron en el estado de Chihuahua fue en la Ciudad de México donde se conocieron en una concentración en el CNAR hace un año y cuatro meses.
Sin embargo, aunque el boxeo y el pentatlón no se relacionan entre sí, del deporte emergió el amor de los seleccionados olímpicos.
“El momento en el que Misael ganó la medalla de bronce fue muy padre porque no sólo fue que ganara la medalla, sino que era la primera para México y eso esparció esperanza a toda la delegación que estaba decaída porque no caía ninguna”, comentó Vega a Grupo Reforma.
La admiración mutua por sus deportes ha sido uno de los secretos que han fortalecido su relación dentro y fuera de las competencias.
“Me dio muchos consejos en los Juegos Olímpicos, me decía en todo momento que confiara en mi trabajo y que confiara en mí y que él iba a estar ahí ganara o no ganara. Me dio todo su apoyo absolutamente el día en que estaba compitiendo”, contó la pentatleta.
“Previo a Río lo veía correr más que yo, hacer muchas dietas para estar en peso y hacer un esfuerzo muy importante aunque su competencia no dura tanto como la mía, los dos deportes te exigen muchísimo y te exigen muchísima entrega”.