Deportes

Con sueños ‘igualitos’

Sergio Arturo Duarte / El Diario

2017-01-21

Pequeños, pero con grandes cualidades, enorme potencial y una dilatada experiencia en deportes de contacto como el karate, kick boxing, jiu jitsu y el boxeo, los gemelos Ari y Andrey Bonilla, dos ‘gotas de agua’, sueñan con llegar a la UFC (Ultimate Fighting Championship), la empresa más grande del mundo en artes marciales mixtas.   
A sus 11 años, Ari y Andrey han cautivado y sorprendido a propios y a extraños con su aguerrido estilo de pelea, fortaleza y contundencia que muestran en el ring, en el tatami y en la jaula.
“Mi objetivo es llegar a la UFC, ser campeón y si se hace, muy bien”, expresó Ari, admirador de Erik ‘Goyito’ Pérez y de Caín Velásquez. 
La meta es compartida por Andrey, quien tiene como ídolos a los hermanos Nicholas y Nate Díaz, así como a Carlos Conti, de quien dijo, le gustan los codazos que propina a sus rivales.
El inicio de la historia de los hermanos Bonilla López se remonta seis años atrás, cuando empezaron a tomar clases de karate con el entrenador Javier Ovalle.
“Andaba viendo videos de Fedor Emelianenko –practicante ruso de artes marciales mixtas-, me gustó y le dije a mi papá que si me podía llevar a entrenar y así se dio”, recordó Ari, cinta roja avanzada en karate.
Andrey, el mayor de los gemelos, quien nació un minuto antes que Ari, posee el mismo grado que su hermano en karate y dos títulos en el torneo de los barrios ‘Guantes de Oro’.
“Este deporte resultó cuando tenía cinco años, entré en karate y hasta la fecha sigo entrenando”, expuso.  
Los artemarcialistas juarenses han dejado constancia de su calidad en torneos locales, al igual que en Chihuahua, Jiménez, México, Monterrey, así como en Albuquerque, Nuevo México y en Los Ángeles, California.
Una de sus presentaciones más recordadas tuvo lugar en el Gimnasio Municipal Josué ‘Neri’ Santos, tres años atrás, donde protagonizaron una pelea de exhibición.
“No tenían ‘chavitos’”, señaló Andrey. 
Ovalle, conoce muy bien a sus alumnos, quienes también juegan futbol, comentó que a pesar que los dos realizan un entrenamiento similar, sus virtudes y maneras de combatir, son distintos.
“Ari es más de counter, es más técnico, trabaja más, piensa más en la pelea y le busca. Andrey es más fuerte, es aguerrido, va para enfrente”, dijo.
Sobre el sueño que tienen de llegar a la UFC, Ovalle manifestó que espera que crezcan un poco más.
“Es la meta que tienen y sí, vamos a hacer todo. Nada más estamos esperando que estén un poquito más grandes para meterlos a un nivel más alto y empezar a cruzar a Estados Unidos, llevarlos a que los conozcan”, dijo.
Subrayó que Waldomiro Pérez, de la academia Cia Paulista de Jiu Jitsu, de Los Ángeles vino a esta ciudad y se llevó una muy buena impresión de ellos.
“Los vio bonebreakers de México y ya los quería mandar a Las Vegas pensando que estaban más grandes. Lucen donde han ido, a México, a Monterrey, a Los Ángeles, han lucido bastante”, expuso.
Ovalle destacó que sus pupilos tienen madera para cumplir su sueño así como un futuro promisorio.
“Esperemos que sigan en el buen camino y no se lesionen, que estén enfocados en trabajar, en seguir y que no está fácil, que tienen que luchar”, afirmó.

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