Deportes

Con sabor a venganza

Associated Press

2017-01-13

Foxborough, Massachusetts— Los Texanos de Houston enfrentan un reto titánico hoy contra los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Los Texanos han perdido siete de sus ocho partidos contra los Patriotas. Jamás han ganado en Foxborough, donde esta temporada perdieron sin marcar un solo punto en un encuentro en el que los Patriotas ni siquiera contaban con su estelar quarterback Tom Brady.
Los Patriotas son favoritos por 15,5 puntos según las casas de apuestas, apenas la sexta ocasión desde 1966 que un equipo es favorecido por al menos 15 puntos en un partido de playoff.
Nueva Inglaterra asegura que no se toma a la ligera el partido por la ronda divisional de los playoffs, especialmente porque enfrenta a la defensa de mejor ranking en la NFL.
Entonces, ¿qué puede hacer para ganar Houston, un equipo que perdió 27-0 ante los Patriotas en la tercera fecha de la temporada, cuando Nueva Inglaterra no contaba con el suspendido Brady?
“Lo primero que hay que hacer es proteger el balón. Si quieres vencer a los Patriotas, especialmente en Foxborough, no puedes perder el balón’’, dijo el quarterback de los Texanos, Brock Osweiler.
“Si uno comete errores de pérdida de balón, le estás regalando oportunidades a Tom (Brady) para anotar puntos... y eso jamás será positivo para tu equipo’’.
Esta tarea será bastante difícil ante una defensa de los Patriotas que se ha especializado en provocar pérdidas de balón en la racha de siete victorias que tiene el equipo al debutar en la postemporada.
La defensa de Nueva Inglaterra tuvo tres semanas consecutivas a mitad de la temporada en la que no provocó una sola pérdida, pero respondió con 14 en los seis últimos encuentros.
Los Texanos perdieron el balón tres veces en su primer duelo. Dos de esos errores –ambos pérdidas de balón en patadas de despeje– produjeron 14 puntos de Nueva Inglaterra.
Aunque todos los dan por ganadores seguros, el linebacker de los Patriotas, Dont’a Hightower, advirtió que todo se decide dentro de la cancha.

Ante un panorama y escenario distintos, Halcones de Atlanta se vuelven a ver  las caras ante Seattle, ahora en postemporada

Atlanta— Como sucede con cada duelo de revancha, los equipos pueden sacar muchas conclusiones del primer encuentro con su rival.
Sin embargo, habrá muchas diferencias cuando los Halcones de Atlanta reciban a los Halcones Marinos de Seattle hoy en su partido por la ronda divisional de los playoffs.
Especialmente del lado de Seattle.
Los Halcones Marinos parecen haber reencontrado el ataque por tierra en la ronda inicial de la postemporada, y el quarterback Russell Wilson luce saludable por primera vez en casi toda la campaña.
Del otro lado, la defensa perdió a una de sus principales armas por la lesión del safety Earl Thomas, quien será baja por el resto de la temporada por una fractura de pierna.
Además, este partido será en el Georgia Dome, por lo que los Halcones Marinos no contarán con la ventaja de la localía en Seattle, donde ganaron a los Halcones por 26-24 en la sexta semana de la temporada regular.
“Tenemos a los mejores fanáticos del mundo’’, dijo Wilson, consciente de que Seattle tiene marca de 8-1 esta temporada en su estadio, y de 3-4-1 como visitante. “Es algo que no damos por sentado’’.
Además de contar con la ventaja de cancha local, los Halcones también lucen distintos en este segundo encuentro.
La joven defensa, en la que hasta cuatro novatos son titulares, ha madurado en la segunda mitad de la temporada, incluso tras la lesión que frenó la campaña de su mejor cornerback, Desmond Trufant.
Vic Beasley se ha convertido en uno de los mejores en las funciones de presionar al quarterback rival en toda la liga.
“Ambos equipos son mejores que cuando nos enfrentamos entonces”, dijo el entrenador de los Halcones, Dan Quinn, un ex coordinado defensivo en Seattle.
La ofensiva de Atlanta ha funcionado como una máquina bien calibrada toda la temporada. Encabezada por el quarterback Matt Ryan, uno de los favoritos al premio al jugador más valioso, los Halcones (11-5) ganaron sin dificultades el título del Sur de la NFC y no tuvieron que jugar en la primera ronda. Atlanta tuvo el ataque más prolífico de la NFL, con un promedio de casi 34 puntos por partido.

 

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