Deportes

Funcionarios deportivos rusos admiten dopaje sistemático

El Diario Digital

2016-12-27

Rusia reconoce por primera vez que sus funcionarios llevaron a cabo una de las mayores conspiraciones en la historia del deporte: una operación de dopaje de gran alcance que implicó a decenas de atletas rusos, contaminando no sólo los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 en Sochi, sino a todo el olimpismo. Durante varios días de entrevistas con The New York Times, los funcionarios rusos dijeron que ya no se defendieron de las acusaciones que detallaban un programa de dopaje sin precedente.
"Fue una conspiración institucional", dijo Anna Antseliovich, directora general en funciones de la Agencia Nacional Antidopaje de Rusia, sobre los años que duró el esquema del engaño.
Un director de laboratorio manipuló las muestras de orina en los Juegos Olímpicos y proporcionó cocteles de drogas para mejorar el rendimiento, corrompiendo algunas de las más prestigiadas competencias del mundo. Integrantes del Servicio Federal de Seguridad, sucesor de la KGB, rompieron botellas que contenía muestras de orina. Y un un funcionario de deportes ordenó durante años encubrir el uso de sustancias prohibidas por parte de los mejores atletas, publicó The New York Times.
Personal del deporte ruso ha negado con vehemencia la existencia de operativos de dopaje a pesar de una detallada confesión del ex jefe del laboratorio antidoping del país, el doctor Grigory Rodchenkov, en un artículo publicado en mayo pasado en el Times, que fue confirmado posteriormente por los reguladores globales antidopaje.
El investigador Richard McLaren, designado por la Agencia Mundial Antidoping (WADA, por sus siglas en inglés), publicó pruebas más amplias este mes, lo que llevó al Comité Olímpico Internacional a abrir procedimientos disciplinarios contra otras decenas de atletas rusos.
El drástico cambio en el tono puede estar motivado por el deseo de Rusia de reconciliarse con los reguladores, quienes han exigido que la nación acepte los hallazgos de la reciente investigación antes de que el país sea recertificado para realizar pruebas de drogas y ser anfitrión de competencias olímpicas.
Los funcionarios, sin embargo, aún rechazan la acusación de que el programa de dopaje fue patrocinado por el Estado. Ellos definen a la nación rusa como el presidente Vladimir V. Putin y sus asociados más cercanos.

Anna Antseliovich, que no ha estado directamente implicada en las investigaciones, dijo que estaba sorprendida por las revelaciones. Ella y otros enfatizaron que los altos directivos del gobierno no estaban involucrados.
“No quiero hablar por la gente responsable”, dijo Vitaly Smirnov, uno de los altos mandos del deporte ruso, cuya carrera data de la época de la Unión Soviética, y quien fue designado este año por Vladimir Putin para reformar el sistema antidoping del país. Smirnov dijo que él no conoce a la mayoría de las personas implicadas en el reporte de McLaren –haciendo hincapié en que fueron despedidos- ni sabe dónde están.
“Desde mi punto de vista como ex ministro de deportes y presidente del Comité Olímpico, cometimos un montón de errores”, dijo replicando las negaciones de Putin de un sistema de dopaje patrocinado por el Estado.
Los Juegos Olímpicos de Sochi 2014 fueron un proyecto de Vladimir Putin, quien estuvo muy involucrado en la politiquería de su preparación.
Muchos de los atletas cuyas imágenes decoran las oficinas del Comité Olímpico han estado implicados en el escándalo de dopaje de este año. Una foto muestra a los rusos besando medallas y otra muestra a los paralímpicos en sillas de ruedas con ramos de victoria por encima de sus cabezas.
Tenemos que encontrar las razones por las que los deportistas jóvenes se están dopando, por qué están de acuerdo en ser dopados”, dijo Smirnov con afán de avanzar, en vez de repartir culpas por violaciones previas.
Las botellas supuestamente inviolables que contenían muestras de dopaje de atletas rusos en Sochi fueron manipuladas, permitiendo a los funcionarios cambiar su orina con esteroides, por muestras limpias. Smirnov y sus asesores sugirieron que lo mismo había ocurrido en otras Olimpiadas.

Ahora, mientras los competidores rusos de atletismo continúan excluidos de las justas deportivas y sus operaciones de detección de drogas se desautorizaron, Smirnov y un equipo de aproximadamente dos docenas de personas se centran en revisar el sistema antidopaje de Rusia para satisfacer a las autoridades globales. El grupo, seleccionado durante el verano, incluye políticos rusos, directivos olímpicos, empresarios e incluso un célebre pianista.
La comisión ha estudiado sistemas antidoping de países como Francia, Alemania y Gran Bretaña, comentó Smirnov.
Más allá de las implicaciones que tenga en la reputación, hay aspectos económicos que también motivan el trabajo de la comisión.
El dueño de la marca Bosco, que viste a los atletas rusos y al Comité Olímpico Internacional, Mikhail Kusnirovich, declaró: “Divulgamos la idea de que es ‘cool’ ser ruso”, pero cientos de uniformes para los que su compañía había equipado a los olímpicos y paraolímpicos rusos no se llevaron en Río de Janeiro, porque mucho atletas estaban excluidos de la competencia. A los funcionarios del gobierno ruso también se les negó la acreditación para los justa veraniega.
Kusnirovich ha comentado que el escándalo de drogas para deportistas ha dañado profundamente a su compañía y desplomó las ventas de los souvenirs y camisetas del equipo nacional ruso.
El lugar de Rusia como anfitrión frecuente de competiciones mundiales de deportes también se ha visto afectado. Numerosas competencia que iban a tener lugar en varias partes del país a principios de 2017 se han trasladado a otras naciones.
Pero a medida que los funcionarios comunicaban su aceptación, también expresaron su desinterés por fincar una responsabilidad específica por esas violaciones sistemáticas al reglamento.
"No creo que tengamos suficiente tiempo en la vida para aclarar todo, para entender quién es el ganador y el perdedor, quién tiene razón y quién está equivocado", dijo Kusnirovich, pidiendo a las autoridades que no sancionen a la nación en una futura Olimpiada por lo que pasó en los Juegos anteriores. "Incluso durante los tiempos de Stalin había un dicho: 'El hijo no es responsable por los pecados de su padre'".

@

X