Associated Press
2016-12-08
Barcelona— Zinedine Zidane está a un partido de imponer un récord como técnico del Real Madrid.
Cuando remplazó a Rafa Benítez a la mitad de la temporada pasada, el exmediocampista, que no contaba con experiencia en un banquillo a nivel mayor, tuvo un destacado debut con una victoria 5-0 ante el Deportivo La Coruña.
Once meses y un título de la Liga de Campeones después, Madrid enfrenta nuevamente al Deportivo en casa el sábado con la posibilidad de superar su racha invicta más larga desde que el equipo se fundó en 1902.
El miércoles, Madrid empató 2-2 con Borussia Dortmund e igualó el récord del club de 34 partidos al hilo sin perder, la misma marca que el Madrid consiguió en 1989 con el técnico Leo Beenhakker.
“No creo que sea algo muy importante dejar huella. Lo que más me preocupa es seguir así con este gran momento que estamos viviendo’’, dijo Zidane después del partido. “La idea es seguir porque estamos haciendo las cosas bien, pero queda mucho’’, agregó.
La temporada pasada, cuando el presidente del Real Madrid Florentino Pérez eligió a Zidane para hacerse cargo de un equipo en dificultades, la decisión apuntaba a desesperación.
Zidane pasó de ser entrenador del equipo de las reservas a hacerse cargo de un grupo que iba de papelón en papelón.
La campaña 2015-16 del Madrid comenzó cuando Pérez estropeó el fichaje del arquero del Manchester United, David de Gea, enviando el fax oficial momentos después de que expirara el plazo para la trasferencia.
Pérez enfrentaba la presión más grande que había tenido desde que se vio obligado a renunciar a mitad de la temporada 2005-06 en su primer período como presidente del club.
Pérez, quien regresó a la cabeza del equipo en 2009, necesitaba hacer un cambio radical. Pero en vez de buscar a un estratega veterano, encargó al novato Zidane transformar al grupo madrileño.
Al principio, el equipo parecía errático e incluso estaba amenazado con quedar fuera de la Liga de Campeones después de perder 2-0 ante el equipo alemán Wolfsburgo.
Pero esa derrota del 6 de abril fue un catalizador. El equipo no ha perdido desde entonces, se recuperó para ganar su 11er título europeo y casi le quita al Barcelona la corona de la liga española.