Deportes

Vuelan a la Final

Reforma

2016-12-04

Ciudad de México— Las Águilas se convirtieron en el "Grinch" de la Navidad.
Luego de vencer 2-0 al Necaxa (global 3-1), las vacaciones tendrán que esperar para la afición de los Tigres y de las Águilas, que deberán guardar las maletas porque la Final por el título se efectuará en plenas fiestas decembrinas.
El 22 de diciembre en el Azteca y el 25 en el Universitario, se vivirá la continuación de esta Liguilla.
William de Silva y Oribe Peralta le dieron forma a la victoria, que esta vez tuvo un sabor más que agradable, porque el equipo se creció ante la adversidad y a toda la cadena de sucesos extrafutbol que rodearon el encuentro de Vuelta.
Moisés Muñoz se portó como un profesional, salvando su meta en tres ocasiones, volando bajo los tres palos, sacando los reflejos cual si fuera un jovencito y mostrando que al menos hasta el 31 de diciembre defenderá la playera azulcrema con la entrega que siempre lo ha caracterizado.
Los gritos de "Marchesín, Marchesín", lanzados por las huestes Rojiblancas, ni siquiera lo sacaron de balance, puso oídos sordos a la burla de la porra enemiga, que por momentos le recordó que el equipo azulcrema ya contrató a un arquero de gran nivel, mientras que él sigue sin renovar.
Por más que en el primer tiempo ambos cuadros se nulificaron y de milagro no hubo rechifla para despedirlos en el medio tiempo por la falta de acciones espectaculares, el cuadro azulcrema resolvió como los grandes en el complemento.
Una pelota que vino de los botines de William de Silva al minuto 74, y que entró lentamente, anunciando la debacle de los Rayos, fue la que marcó el encuentro, porque el cuadro dirigido por Alfonso Sosa no pudo reponerse de este golpe que resultó mortal.
El segundo, de Oribe Peralta al 84', sólo fue la confirmación de que las Águilas se robaron la Navidad porque ahora van a eclipsar estos días, tratando de levantar su tercer título en la era de Ricardo Peláez.
A este América no lo dobló ni el sorpresivo anunció de las salidas de Osvaldo Martínez y Ventura Alvarado, ni la amenaza de enviar una orden de aprehensión sobre su técnico, Ricardo La Volpe. Esta noche en la cancha del Coloso de Santa Úrsula jugaron con la frialdad necesaria para dar este paso, en el año de su centenario.
Hubo muchas bajas en el camino, y todavía tienen pendiente la asignatura del Mundial de Clubes; pero hoy viajarán con la satisfacción de seguir invictos bajo el mando de La Volpe y haciendo un paréntesis para cumplir ahora en Japón.

 

 

 

 

 

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