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Tendrán batalla aérea Beckham y Brown

Associated Press

2016-12-02

Pittsburgh— Son millonarios, buenos amigos, argumentativamente los mejores en el mundo en su profesión y ni uno de los dos está dispuesto a pedir disculpas por sus exuberantes personalidades.
Prepárese para el gran partido entre Antonio Brown y Odell Beckham Jr.
Los dos receptores estrella estarán juntos en el mismo estadio por primera vez el domingo, cuando Beckham y los Gigantes de Nueva York (8-3) visiten el Heinz Field para enfrentarse a Brown y los Acereros de Pittsburgh (6-5). Aunque el puntaje final es importante, aquello que impulsa a estos jugadores por imponer las cifras más llamativas es algo muy real.
“Al final me gustaría que me fuera mejor que a él”, dijo Beckham. “Pero si a él le va mejor y nosotros ganamos, habré perdido una batalla, al mismo tiempo que ganaré otra.”
Claro está que encontrar la manera de ganar sería preferible para ambos jugadores cuya competitividad los ha convertido en jugadores de élite de la NFL, incluso cuando los caminos que tomaron para llegar hasta ahí no pudieron ser más distintos.
Brown es un jugador destacado, un exseleccionado de la sexta ronda cuya implacable ética de trabajo lo transformó en uno de los jugadores más productivos de la Liga. El receptor de 28 años se convirtió en el jugador que más rápido alcanzó la marca de las 600 recepciones en la historia de la NFL, cuando superó el récord contra Cleveland el mes pasado. Luego respaldó tal hazaña anotando un récord de carrera de tres touchdowns el Día de Acción de gracias contra Indianapolis y –tal como ya es típico en él– hizo que le marcaran otro castigo, en una larga lista de sanciones, por conducta antideportiva por su danza coreográfica junto con el corredor Le’Veon Bell.
Beckham entró a la liga con expectativas muy altas siendo el 12vo. seleccionado en el draft del 2014 y de cierta manera, ha logrado superar dichas expectativas. Pasó las últimas dos temporadas generando captura tras captura en Nueva York, al menos cuando no se estaba arrancando el casco para sacudir su rubia melena, sin importar lo que sucediera a su alrededor cuando se sentía frustrado o se enfrentaba a su némesis Josh Norman.
¿Acaso son divas? Quizás. ¿Acaso les importa? La verdad es que no.
“No escuchamos a la gente que trabaja para los medios”, dijo Brown. “Estamos completamente dedicados a ser nosotros mismos y a representarnos a un alto nivel y hacer jugadas y ayudar a nuestro equipo a ganar de la manera que nosotros deseamos hacerlo.”
Entre más espectacular sea, mejor. No se toman el tiempo para estudiar a la mayoría de sus contendientes, pero se mantienen al tanto uno del otro durante la temporada, con Brown jugando el papel de mentor.
“Yo hablo con él y lo critico”. Dijo Brown.
Y quizás él sea uno de los pocos que se puede dar el lujo de hacer tal cosa. El normalmente impulsivo Beckham se torna reflexivo cuando habla sobre Brown. Los dos se hicieron amigos en la primavera pasada, mientras Brown filmaba “Dancing With The Stars” y también pasaron tiempo juntos en Miami, ciudad natal de Brown.

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