Deportes

Rey... es del asfalto

Jesús Rodríguez

2016-08-27

Daniel Reyes siempre había soñado en convertirse en futbolista profesional.
Contaba con las aptitudes necesarias para destacar como defensa lateral, pero una fractura acabó de tajo con ese deseo, a partir de ahí su mejor talento fue revelado.
“A los 12 años me caí de una bicicleta y me quebré cúbito y radio del brazo izquierdo, eso me hizo perder una beca que iba a tener en las fuerzas básicas del Club Indios de Juárez, en 2009”, comentó Daniel, bastante resignado.
Pero gracias a esa fractura se abrió la puerta por la que entró para ser, hoy por hoy, el máximo referente de las carreras pedestres en la ciudad.
Este día buscará ganar, por tercera ocasión consecutiva, el título como mejor juarense en la Carrera Internacional de la Amistad 2016.
Eran cerca de las 9:00 de la mañana del 12 de diciembre del 2011, cuando Daniel cruzó la meta y ganó su primera carrera pedestre, en su categoría.
De a poco sus victorias en el asfalto le ayudaron para que doliera menos el recuerdo de un sueño que comenzaba a disiparse.
El clavo que se encontraba incrustado desde la muñeca hasta el codo y la placa con cuatro tornillos, que se movió de su sitio por lo que tuvo que ser operado de nuevo, y que lo obligaron a permanecer más de cuatro meses fuera de la actividad que era su mundo, ya no tenían la misma importancia.
Lo que le sucedió, para su mamá, la señora Ana Lilia Morales, el propio Daniel se lo buscó, debido a su hiperactividad.
“De niño fue muy inquieto, era un diablo. Lo metimos al catecismo, lo llevamos con el padre a Catedral a terapia. Yo pensé que estaba mal de la cabeza, que tenía un problema psicológico, pero el sacerdote habló con él y cuando salió el padre me dijo: es un niño feliz, métalo a practicar un deporte”, recordó la madre.
-Pero, ¿los tablazos que me dio?- intervino Daniel.
-No te sirvieron de mucho- le contestó la mamá.
Después de que le fue retirada la férula y hasta los 15 años participó en cada una de las carreras en las que se inscribió en la secundaria que estudió.
Comenzó a ganar, primero por zona, luego intersistemas, después obtuvo el derecho de representar a Juárez a nivel estatal por primera vez.
A los 15 años le pidió a su papá, el señor Reyes Reyes, que lo llevara a la carrera de la Virgen de Guadalupe. Así incursionó en las justas pedestres. Hoy son más de 20 carreras en las que participa durante todo el año (competencias locales, nacionales e internacionales).
“Nosotros lo acompañamos a todas las carreras, al principio fue por salud, para hacer ejercicio en familia, hoy es parte de nuestra vida. Esa dinámica nos mantiene más unidos”, manifestó el señor Reyes, quien compite en la categoría 40-49 años.
Junto a sus padres y sus hermanos, Edgar (24 años), Ana (15 años) y Alejandro (13 años), Daniel vive en la colonia Ciudad Moderna II, a espaldas de La Cementera.
Al cruzar la puerta de su casa, a donde se observe, hay un recuerdo que habla de los triunfos de Daniel; medallas, trofeos, placas de reconocimiento, adornan las paredes y muebles.
El cuarto donde duerme, que comparte con sus dos hermanos, también tiene una importante cantidad de preseas. “Hay otras tantas guardadas en cajas”, aseguró Daniel.
Una guitarra, que quedó colgada en el olvido, luego que Daniel se enfocó más en las carreras, adorna una de las paredes.
Actualmente frente a la casa de la familia se encuentra estacionado un carro color blanco. Orgullosa, la señora Morales dice: “Con el dinero que ha ganado en las carreras, y que ahorra, a principios de este año se compró ese carro”.
Catorce mil pesos, esa ha sido la mejor bolsa que Daniel ha ganado; la consiguió en la pasada edición de la Carrera de la Amistad. Hoy es un apoyo económico para su familia.
“Si no se batalla no se es feliz, ya ve, ahora con la entrada de Uber no ha sido fácil para nosotros, para mi esposo, que es taxista”, manifestó la señora Morales, quien ganó la carrera Jesús Maestro en 2014, dentro de la categoría 40-49.
Antes de tener carro, la familia se trasladaba en transporte público al Estadio 20 de Noviembre; así lo hicieron durante tres años.
“Ha sido bastante tiempo de sacrificio mío y de toda mi familia; cada día me levanto con el ánimo y el deseo de ser mejor persona, estudiante, atleta”, aseguró Daniel.
Los años han pasado, los triunfos y derrotas junto con ellos, pero el joven atleta no olvida a las personas que lo han ayudado para llegar hasta donde está en este momento.
“Un agradecimiento a las personas que me han apoyado. El tío Alberto, quien me compró mi primer par de tenis nuevos y adecuados para correr en el asfalto, ya que los primeros que utilicé eran de segunda mano; y David Serna, mi primer entrenador, después de mi papá”.
Daniel se ha convertido en un ejemplo para sus hermanos, quienes quieren seguir sus pasos. Ya han empezado. Ana y Alejandro, han ganado más de una competencia, en su respectiva categoría.
“Ellos ven que no es fácil, saben que durante semanas, para la carrera de la amistad, entrené de domingo a viernes, de 6:00 de la tarde a 9:00 de la noche, todos los días”, dijo.
Para el medio maratón del año pasado, Daniel entrenó a dos sesiones, hasta 25 kilómetros. Se preparó para correr la justa en un tiempo de 1 hora con 10 minutos, pero corrió los 21 kilómetros en 1 hora con 8 minutos, eso le valió ser el mejor juarense.
“Nosotros que lo vemos, sabemos del esfuerzo que hace, no es fácil. En invierno se levanta a las 7:00 de la mañana con el frío que cala bastante y luego por la tarde otra vez, con igual o más frío. Es un joven con mucho carácter”, puntualizó el señor Reyes.
En retrospectiva, la madre confesó que a Daniel, ella no le miraba mucho futuro como futbolista, Alejandro reafirma la idea, al aseverar que prefiere seguir los pasos de lo que hoy es su hermano.
“Yo estoy tratando de superar sus metas, por lo pronto, ya comencé”, dijo el adolecente de 13 años.

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