Jesús Rodríguez
2016-08-24
El talento para jugar al futbol, la fortaleza mental para superar la adicción a las drogas y el amor incondicional de sus padres llevarán a Ricardo Villa Calzada a lugares inimaginables para él hace apenas unos meses atrás.
Ricardo, que desde los 7 años de edad empezó a patear un balón de manera competitva, fue impulsado por su padre Jorge Armando Villa a darse una oportunidad de mejor vida a través del programa ‘Futbol por la Inclusión’, promovido por la Secretaría de Desarrollo Social.
Después de dos meses de formar parte del programa, Ricardo, de 17 años vio recompensado su tiempo y dedicación, por lo que viajará a España y durante 15 días estará en las instalaciones del Club Atlético de Madrid. Ahí tomará parte de una clínica deportiva impartida por personal del conjunto colchonero.
Sentado bajo la sombra de un árbol y acompañado de su madre, Ricardo, quien con su 1,76 de estatura y 75 kilogramos de peso se desenvuelve como delantero, cuenta lo extrarodinaria que se ha vuelto su vida.
“Yo no lo creía, pero para que vean que se puede. Yo les digo a las personas que no cuentan con sus estudios de primaria o secundaria que sigan adelante, que no se echen para atrás y hagan lo posible para superarse y aprovechar estas oportunidades”, dijo Ricardo.
Sin muchos ánimos de radicar en Ciudad Juárez y proveniente de la colonia 5 de Mayo en Gómez Palacio Durango, hace tres años este joven llegó renuente al fraccionamiento Senderos de San Isidro, pero jamás imaginó lo que le deparaba el destino en esta frontera.
Para ese entonces Ricardo fue invitado a ser parte de una pandilla juvenil y ese fue su ingreso al mundo de las drogas, la violencia y la desintegración familiar.
Sus padres nunca claudicaron en formar un hombre de bien y al señor Jorge Armando le llegó un folleto donde se invitaba a jóvenes de entre 15 y 19 años para que formaran parte del programa deportivo-social.
“Yo ya tocaba fondo”, dijo Ricardo y se dio la oportunidad, se armó de valor y no le importó tener que tomar dos rutas para diariamente llegar a las instalaciones de Sedesol donde se impartían las clases y realizaban los entrenamientos.
Un total de 120 jóvenes fueron parte de las jornadas que se impartieron en el Centro Comunitario Puerto La Paz durante dos meses.
El desempeño y la disciplina en el aspecto deportivo, educativo y personal, llevaron a Ricardo a una concentración en la CONADE donde, junto a otros 31 jugadores, fue parte de un trabajo que encabezó Jesús Ramírez, entrenador de futbol, que fue campeón con la Selección Sub-17, en 2005.
“Han sido experiencias muy padres, jamás imaginé llegar hasta donde estoy, y conocer lugares y personas como las que he conocido. Y lo que falta”, mencionó.
Después de esa concentración en la Ciudad de México vino otro corte y de nueva cuenta fue seleccionado. Ahora, junto a otros 15 compañeros, asistirá, a partir de la tercera semana de septiembre, a España.
“Futbol por Inclusión es un proyecto que busca abatir la pobreza por medio del deporte y acciones para promover y fortalecer los derechos sociales de las y los jóvenes participantes, con énfasis en: rezago educativo, alimentación, seguridad social e ingreso”, comentó Jesús Manuel Galván, promotor del programa.
“Ricardo encajó perfecto en la relación del programa con el futbol. El chavo tiene las características necesarias, es humilde, viene desde abajo y trae con qué jugar. Él representa todo ese sueño del proyecto”, agregó Guzmán.