Agencia Reforma
2015-07-03
Santiago, Chile.- La historia sólo reserva una página para Chile o Argentina.
La final de la Copa América le da al anfitrión la posibilidad de ganar el torneo por primera vez en su historia y a la Albiceleste de saldar una deuda que arrastra desde que en 1993 obtuvo el título en esta competencia, el último del que goza a nivel internacional.
“Hace 22 años que no se gana nada, pero tampoco toda la presión es nuestra. En dos años estuvimos en dos finales”, dijo el delantero argentino Sergio Agüero, con la misma habilidad con la que se desmarca de sus rivales.
El Estadio Nacional de Santiago albergará hoy, a las 14:00 horas (de El Paso) el duelo en el que Chile está llamado a la gloria, en un torneo salpicado por el choque de Arturo Vidal, por el dedo de Gonzalo Jara sobre Edinson Cavani, por los beneficios arbitrales que le quitaron piedras a su camino, aunque también por su dosis de buen futbol, de respeto por el balón.
Argentina tiene el respaldo de su historia. De ganar, empatará a Uruguay con 15 títulos en Copa América.
Además, su técnico Gerardo Martino recibirá una caricia después de su rasposa historia con el Barcelona, club en el que dirigió a Alexis Sánchez, uno de sus rivales hoy.
“Ahora la verdad que tenemos una gran oportunidad de ganar un gran objetivo que es la Copa América y ojalá quiera Dios nos permita ganarla”, mencionó Agüero.
Las miradas, como ya es costumbre, estarán puestas sobre Lionel Messi, un hombre que carga la sombra de Diego Armando Maradona. Es el máximo ganador del premio al mejor jugador del mundo de la FIFA (4 distinciones), pero que con la Albiceleste se ha quedado en la orilla, por más que apenas hace un año, el 13 de julio, estuvo a la puerta de su primer campeonato del mundo.
El técnico de Chile, Jorge Sampaoli, tan criticado por sacrificar la disciplina con tal de ganar el torneo luego del episodio del ‘Rey’ Arturo, tiene la oportunidad de justificar, de un plumazo, la efectividad de su decisión.