Deportes

Dejan Chivas y Santos todo para la vuelta

Agencia Reforma

2015-05-21

Torreón, Coahuila— Chivas y Santos se fueron anoche en blanco porque sus porteros se convirtieron en una muralla y dejaron la definición de esta semifinal para el próximo domingo.
El primer tiempo estuvo marcado por las actuaciones de los arqueros, Luis Michel y Agustín Marchesín, quienes estuvieron certeros en todo momento, dejando en cero sus respectivos arcos.
Javier “Chuletita” Orozco fue el primero en poner a sufrir a los rojiblancos, pero luego se apagó.
En cambio, Marco Fabián se convirtió en el motor del chiverío bajando por balones, rematando en el área, sólo que enfrente se topó con Marchesín, quien sacó los reflejos felinos en el momento justo, salvando en la raya, alejando el peligro con un manotazo, presumiendo de reacciones que sacaron el alarido del público y hasta del propio Omar Bravo, quien en un testarazo pensó que había perforado las redes del cuadro lagunero.
El partido tuvo un nivel aceptable, cuidando el aspecto físico para el encuentro de vuelta y dosificándose como si se tratara de un juego de la fase regular.
Hasta la seguridad se sacó un 10, pues esta vez se desplegó un amplio cordón policiaco alrededor de la cancha para evitar la presencia de algún espontáneo que pudiera manchar el encuentro, tomando en cuenta que en el partido pasado la integridad del árbitro estuvo en peligro.
El complemento no cambió de tónica, tanto Santos como Chivas tuvieron nuevas opciones y además de las atajadas de sus arqueros, tampoco hubo suerte para los atacantes de ambos conjuntos.
El “Chuletita” Orozco mandó desviado un disparo cruzado al 51', y su falla no sólo hizo temblar a Pedro Caixinha de coraje, sino también al propio jugador que se llevó las manos a la cabeza al darse cuenta que había dejado ir la mejor opción de la noche.
Y del lado del Rebaño, ninguno de sus atacantes logró hacerse presente; Bravo se fue en blanco, sin poder empatar el récord de “Chava” Reyes, de 122 anotaciones y Ángel Reyna pasó sin pena ni gloria, dejando ver que ya no tiene ni las ganas ni el ímpetu de otros tiempos.

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