Cumplen Tuzos

Agencia Reforma

Pachuca, Hidalgo.- Lejos de alzar las manos por el triunfo, Diego Alonso se llevó la mano derecha a la frente y luego caminó hacia el vestidor, lentamente, mientras se frotaba la nuca.
El técnico uruguayo, que en la genética trae la euforia, se guardó cualquier expresión de júbilo pese a que su Pachuca derrotó ayer 2-0 a Querétaro en la semifinal de ida del Clausura 2015.
¿La razón? Dejó a los Gallos heridos, pero vivos al fin y al cabo.
Contra 10 desde el 41’, por la expulsión de Ricardo Osorio, el Pachuca pudo liquidar la serie y prácticamente instalarse en la final. Víctor Manuel Vucetich se salió con la suya.
Al verse en inferioridad numérica, el ‘Rey Midas’ prefirió tener piernas en la cancha que cerebros, y por eso sacrificó a Ronaldinho y a Sinha.
Al Querétaro, que había sido tan impreciso en los minutos anteriores, jugó el complemento con una única encomienda: evitar otro gol en contra.
Los Gallos Blancos perdían desde el 9’. Mario Osuna, uno de los jugadores que mejor cuidan el balón en el futbol mexicano, tuvo una distracción que le costó el gol a su equipo.
Rodolfo Pizarro recuperó el esférico, abrió para Rodrigo Salinas y éste mandó el centro para que Germán Cano marcara el primero de la noche.
Pachuca salió muy intenso al partido, frente a unos Gallos adormilados.
En los balones divididos, los Tuzos se impusieron, así como en la anticipación de las jugadas y por eso al 39’ fue Salinas el que, tras un tiro de esquina, superó al portero Tiago Volpi, mientras el zaguero George Corral lamentaba el no haber elongado más la pierna para desviar la pelota.
Luego de la roja a Osorio, el ‘Rey Midas’ quiso irse con sólo ese daño a La Corregidora, en donde se jugará el domingo la semifinal de vuelta y en el requiere ganar 2-0 o por tres goles de diferencia en caso de que le anoten.
Por eso en el complemento en el banquillo del Pachuca hubo sólo frustración cuando Cano, Christian Penilla, Junior Sornoza y Rodrigo Salinas no pudieron anotarle al Querétaro.
Cuando al 88’ al portero Tiago Volpi, se le ocurrió salir rápido para el contragolpe, se llevó un regaño de Mario Ordiales y Vucetich, quienes se dieron por bien servidos con el 2-0 porque ese, según el cliché, es el marcador más engañoso en el futbol.