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Abandona hospital Saúl Jiménez

Agencia Reforma

2015-05-21

Madrid, España—  De no ser por el esparadrapo que cubre su cuello, parecería que el matador de toros Saúl Jiménez Fortes estuviera de visita en el hospital.
Su manera de hablar, tranquila, desparpajada, elocuente y muy clara, no dejan asomo de la gravedad en la que el torero estuvo envuelto hace ocho días, cuando el 14 de mayo sufrió una escalofriante cornada en el cuello mientras toreaba en Madrid.
“La herida va evolucionando perfectamente y me voy mañana (hoy) del hospital”, señaló el torero, sentado en la cama de su habitación.
El malagueño sufrió una de las cornadas más espectaculares que se han suscitado en Las Ventas cuando su segundo toro de Domecq le metió el pitón por el cuello mientras el diestro estaba en la arena.
“Doy gracias a Dios y a los doctores que esto no haya ido a más. La verdad yo me preocupé mucho cuando sentí la cornada y la hemorragia, la enfermería de la plaza se me hacía lejos, pero cuando llegué los médicos me tranquilizaron diciéndome que no había pasado nada grave.
“No contaron con que entonces les dije que quería salir a seguir mi faena para buscar cortarle otra oreja y así abrir la Puerta Grande. Fue entonces cuando me metieron a la sala de operar y ya no supe más hasta despertar”, relató el torero.
En sus últimas tres actuaciones en Las Ventas, Jiménez Fortes ha salido por la puerta de la enfermería.
“Espero que la siguiente tampoco salga por mi propio pie, porque será en hombros", aseguró.
Jiménez Fortes dejará el hospital y los médicos aún no le han autorizado para que comience a ejercitarse y mucho menos reaparecer en el campo toreando.

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