Agencia Reforma
2015-05-08
Ciudad de México.- El descenso es como un tornado: arrasa con todo.
Las lágrimas, los lamentos, la desesperanza, el dolor, todos ellos han comprado ya su boleto para el Estadio Azul o el Corona, en donde Leones Negros o el Puebla vivirán sus últimos 90 minutos en la Primera División al enfrentar a Cruz Azul y a Santos, respectivamente.
El drama comienza hoy para uno de esos dos clubes porque un descenso implica una disminución del valor de la franquicia hasta del 90 por ciento, además de que muchos jugadores no sólo recibirán una zancadilla en sus percepciones, sino que también tendrán que tocar las puertas del tan criticado Draft; y sus familias a sufrir.
La afición tendrá que olvidarse de la expectación por enfrentar al América, Chivas o Pumas y en cambio apoyar a su equipo ante Altamira, Mérida o Irapuato. Lo más doloroso son los años que muchos clubes han tardado en retornar, como ocurrió con los propios Leones Negros, que estuvieron sin futbol de Primera durante 20 años.
La mayoría de los técnicos con poco cartel también pierden sus bonos, como le ocurrió recientemente a Pablo Marini, Héctor Hugo Eugui y Gabino Amparán. Las directivas, por su parte, llegan muchas veces a la descomposición y el ejemplo más fresco es el del Atlante.
El desprestigio es quizá el mejor amigo del descenso.
Los Leones Negros arrancan más cerca de ese escenario. Necesitan ganar y que Puebla pierda. A La Franja le basta con empatar para asegurar un año más su estancia en el máximo circuito. Ambos partidos arrancan a las 7:30 p.m.
La UdeG visita a Cruz Azul, especialista en salvar equipos, pero que se juega la clasificación a la Liguilla y que obtendrá con un triunfo; en caso contrario, La Máquina se expone a un nuevo fracaso, justo en el torneo en que disminuyó dramáticamente la asistencia de su afición al Azul y en el que enfrenta la insurrección del que fuera su principal grupo de animación. Además, una eliminación podría pegar en la renegociación de su contrato televisivo.
En Santos, rival del Puebla, es el técnico Pedro Caixinha el que se juega el oxígeno, aunque le basta ganar para ser otro de los invitados a la Liguilla y darle la espalda al drama que vivirá La Franja o los Leones.
“Tu futuro está acá, tu carrera, y para ello tienes que salir a matarte a la cancha”, dijo el defensa de la UdeG, Marcelo Alatorre, quien descendió con Tecos en 2012 y estuvo dos años alejado de las bondades de ser un jugador de Primera.