Deportes

Metamorfosis

Associated Press

2015-03-30

Durante un acto promocional con aficionados de los Atléticos de Oakland en enero, el manager Bob Melvin observaba con esmero las camisetas de su numeroso y renovado contingente de jugadores.
“Estoy esperando que se volteen para poder ver los nombres en sus espaldas”, dijo Melvin.
“Sería bueno que pongamos los nombres al frente también”, añadió el relevista Sean Doolittle.  Estos comentarios sarcásticos tienen su sentido tras un agitado receso de invierno. Desligarse de sus estrellas es algo habitual para los Atléticos y su temerario gerente general Billy Beane, el mismo que fue personificado por Brad Pitt en la película Moneyball. Pero esta vez superaron todos sus estándares, con nueve transacciones que involucraron 27 peloteros.
Beane no pudo resistirse a bromear sobre su remodelación drástica más reciente al señalar que “todos estos canjes fueron idea del departamento de mercado para vender más camisetas”.
Más en serio, el gerente reconoció que las constantes depuraciones del roster puedan causar frustración entre los seguidores del equipo, pero enfatizó que no tiene otro remedio: “Si esto no funciona, haremos más cambios. Es lo que hacemos”.
¿Y qué hicieron los Atléticos? Traspasaron a un trío de peloteros que en julio pasado les representaron en el Juego de Estrellas, como fue el caso del tercera base Josh Donaldson, el jardinero Brandon Moss y el receptor Derek Norris.
Oakland se clasificó a los playoffs en los tres últimos años, y en cada instancia el semblante del equipo ha sido algo distinto. Los jugadores van y vienen del Coliseo, una larga lista en la que se destacan los nombres de Jon Lester, Yoenis Céspedes, Bartolo Colón, Gio González, Jeff Samardzija, David DeJesús, Grant Balfour y Josh Riddick.
Ben Zobrist, Brett Lawrie, Billy Butler, Ike Davis, Marcus Semien y Tyler Clippard sobresalen dentro de los nuevos Atléticos.
El mismo Melvin tiene un nuevo coach de banca. Mike Aldrete asumió la función luego que Chip Hale fue nombrado como piloto de los Diamondbacks.

¿Por qué el cambio?
Los Atléticos llegaron a la pausa por el Juego de Estrellas con el mejor récord en las Mayores, pero no tardaron en perder el liderato de la División Oeste de la Liga Americana ante los Angelinos de Los Ángeles. El desplome en los últimos dos meses coincidió tras la decisión de transferir al cubano Céspedes a los Medias Rojas por Lester, muy cuestionada.
Lograron atrapar el boleto de wildcard, pero perdieron 9-8 en Kansas City en 12 innings y se fueron a casa.
Beane llegó a la conclusión que tenía que hacer cambios profundos para mantener al equipo competitivo en su división, en la que los Angelinos buscan revalidar el banderín y los Marineros de Seattle lucen cada vez más fuertes.
Apuntó la mirada en jugadores versátiles y disponer de múltiples variantes en todas las posiciones.
Butler, procedente de los Reales, es el nuevo bateador designado tras firmar como agente libre un contrato de 30 millones de dólares por tres años.

Lo que debe salir bien:
Melvin se dará gusto probando toda clase de combinaciones con la alineación diaria hasta poder dar la tecla con lo que funcione.
El vértigo y defensa que aportan sus jardineros Crisp, Fuld y Gentry. “Cubren mucho terreno. Además, Gentry y Fuld tiran muy bien. Esto es importante por nuestro estadio. Eso me pone tranquilo y sé que también a nuestros pitchers. Ellos tienen la certeza que alguien atrapará todo elevado que no sale del estadio”.
También disponen de lanzadores de sobra. Sonny Gray y Scott Kazmir son los intocables en la rotación. Jesse Hahn, Kendall Graveman, Jesse Chávez y Drew Pomeranz son las otras opciones. Tras tomarse 2004 como sabático, Barry Zito vuelve a la lomita y el veterano zurdo de 36 años que en 2002 ganó el Cy Young ahora se perfila como un relevista largo.
Tanto Jarrod Parker como A.J. Griffin, dos prometedores abridores, se recuperan de cirugías Tommy John que les dejaron fuera todo el año pasado y podrían estar disponibles alrededor de junio.

El peor escenario:
Después de los traspasos de Céspedes, Donaldson y Moss, el bateo de poder es casi nulo. Sacudieron 146 jonrones el año pasado, octavos en la Liga Americana.
Crisp es el único de los titulares que ha disparado al menos 20 jonrones en las últimas dos campañas. Por antecedentes recientes, se antoja que nadie alcance esa cifra este año. Tendrían que cruzar los dedos para que Davis y Butler reencuentren la pólvora que en 2012 les permitió sacudir 32 y 29, respectivamente.
El declive ofensivo de Butler alarma, con un slugging de .379 el año pasado en Kansas City tras haber registrado .510 en 2012.

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