Associated Press
2015-03-26
Cleveland—Perfecto y pulverizante. Kentucky hizo ver la presión de West Virginia como algo patético.
Trey Lyles encestó 14 puntos, Andrew Harrison añadió 13 y los invictos Wildcats, en busca de hacer historia y de su noveno título nacional, arrollaron 78-39 a los Mountaineers anoche en la semifinal de la Midwest Regional del Torneo NCAA.
Kentucky (37-0), el primer sembrado del torneo y un amplio favorito para cortar las redes el próximo mes en Indianápolis, avanzó a la final regional el sábado para enfrentarse al tercer sembrado Notre Dame, ganador sobre Wichita State 81-70 en la otra semifinal.
El Fighting Irish tuvo que llamarle a Rudy, consultar con Digger Phelps y despertar el eco de algunas sorpresivas victorias en el futbol americano y baloncesto que han logrado en el pasado.
Kentucky es un monstruo en marzo. Con sorprendente facilidad, los Wildcats crearon una ventaja de 26 puntos en la primera mitad sobre los Mountaineers (25-10), que encabezaron el país en robos y que pensaron que la presión en toda la cancha produciría algunos balones perdidos de Kentucky. La presión no funcionó, West Virginia encestó sólo 24.1 por ciento (13 de 54) incluyendo 2 de 15 desde la zona de triples, contra los Wildcats, que lucieron como un bosque azul dentro de la pintura.
West Virginia no llegó a los 20 puntos sino hasta el minuto 11:41 de la segunda mitad.
El partido estaba definido desde antes. Al medio tiempo, los Mountaineers tenían casi tantas faltas (14) como puntos (18), y no había atisbo de que pudieran reducir el margen de ventaja de Kentucky. Los Wildcats, que intentan convertirse en el primer equipo invicto desde Indiana en 1976, parece enviar un mensaje al resto del torneo: los demás están jugando por el segundo lugar.
Hace cinco años en la fase de Elite Eight, West Virginia sorprendió a Kentucky, un primer sembrado muy parecido a este equipo, cargado de preparatorianos destacados y futuros jugadores de la NBA. Pero los Wildcats impidieron que volviera a suceder, atacaron a los Mountaineers en los primeros 20 minutos, dejando la duela con Ashley Judd, actriz hollywoodense aficionada de la escuadra, bailando junto con miles que hicieron el viaje a Cleveland.
Luego Judd publicó en Twitter que se quedaría unos días más.
“Creo que estará bien extender mi estadía en el hotel”, tuiteó.