Agencias
2015-01-25
Melbourne, Australia— Duelo de generaciones será el que protagonicen en cuartos de final del Abierto de Australia, el tenista británico Andy Murray y el anfitrión Nick Kyrgios.
Un raqueta experimentado como Murray, finalista en este Grand Slam en tres oportunidades, vive un 2015 de recuperación en su nivel de juego.
Del otro lado, está una promesa, Kyrgios, un fenómeno australiano que si es bien llevado puede hacer que este país recupere protagonismo en el deporte blanco.
En la Rod Laver Arena, Murray, sexto en el escalafón mundial, consiguió su boleto a los cuartos de final del primer “grande” del año al vencer al búlgaro Grigor Dimitrov con pizarra de 6-4, 6-7 (5-7), 6-3 y 7-5.
Dos roturas de saque fueron vitales para el escocés, quien en el cuarto set iba 2-5 abajo, pero fue capaz de recuperarse contra su oponente, quien dejó escapar la oportunidad de forzar a una quinta manga, en la que tal vez con algo de motivación podía sobreponerse en el duelo.
Murray aprovechó el desconcierto de Dimitrov para ganar cinco juegos y hacerse de la victoria con el 7-5, en un partido que duró poco más de tres horas y media.
Ambos jugadores explotaron sus cualidades con largos intercambios de golpes y con buena variedad de estilos, aunque al pupilo de Roger Rasheed, le volvió a faltar la concentración en los momentos cumbres.
Ahora en cuartos de final, Murray tendrá a la mayoría de la afición en su contra y no es para menos, chocará contra el nuevo ídolo Nick Kyrgios.
Kyrgios, en la cancha de la Hisense Arena, dio cuenta del italiano Andrea Seppi, quien hace unos días acaparó las portadas al dar la campanada y eliminar al suizo Roger Federer.
El de Canberra salvó un punto de partido en el décimo segundo juego de la tercera manga, se recuperó de dos sets abajo y al final pudo festejar el triunfo con parciales de 5-7, 4-6, 6-3, 7-6 (7-5) y 8-6, en cotejo que duró tres horas y 34 minutos.
Esta es la segunda ocasión que alcanza los cuartos de final de un Grand Slam, antes lo hizo en Wimbledon 2014, además es el único australiano que queda con “vida” en Melbourne y recordó a Lleyton Hewitt, quien había sido el último jugador local en instalarse en dicha instancia de este certamen desde el 2005.