Associated Press
2014-10-22
Washington— Periódicamente, The Associated Press le dará un vistazo al cambiante panorama de la NBA durante la próxima temporada desde tres perspectivas: el punto de vista de un jugador, desde la banca y desde las oficinas administrativas.
Con una entrevista con el veterano delantero Paul Pierce de los Wizards de Washington se inicia esta serie.
Cuando Paul Pierce vio a los Wizards de Washington en los playoffs de la temporada pasada, observó que había mucho talento y potencial.
Los Wizards necesitaban algo.
Semanas después, decidió que lo necesitaban a él.
Ha habido más de 500 transacciones relacionadas con los jugadores de la NBA desde que las Espuelas de San Antonio terminaron la temporada pasada alzando el trofeo Larry O’Brien.
La mayoría de esos sucesos apenas y se notaron, propagando escasamente la poderosa estructura de la Liga.
Sin embargo, otros jugadores –como Pierce que firmó con los Wizards en el mes de julio– están pensando tener un impacto significativo durante la temporada del 2014-15.
“En eso consiste la belleza de este deporte”, dijo Pierce.
“En cualquier momento, un jugador puede cambiar todo el panorama de nuestra franquicia”.
Las temporadas bajas de la NBA tal vez atraen más atención actualmente que la que algunos equipos consiguen en la temporada regular.
En este verano, LeBron James regresó a su casa en Cleveland, Kevin Love fue negociado y se unió a él, Lance Stephenson se cambió a Charlotte, Chandler Parsons ingresó al equipo de Dallas, Chris Bosh se quedó en Miami y Carmelo Anthony permaneció en Nueva York.
Aunque ya hay un alboroto en torno a cómo se verá el periodo de la agencia libre durante el verano del 2016.
Ahora, los jugadores tienen más poder que nunca.
A los ojos de Pierce, eso es lo que hace que la NBA se diferencie de otras importantes ligas profesionales de Estados Unidos –que un jugador puede cambiar la fortuna del equipo.
Gracias mayormente a movimientos como el que él hizo, la NBA tendrá una apariencia diferente en la cancha al inicio de esta temporada que cuando cayó el confeti para San Antonio, hace cuatro meses.
“A la gente no le gusta que los mismos equipos ganen todo el tiempo”, comentó Pierce.
“Quieren ver que otros equipos que no estaban bajo los reflectores, logren destacar. Cuando uno tiene un constante cambio de panorama, genera un gran interés en la Liga”.
En este momento, eso podría llamarse la regla de LeBron.
James salió de Cleveland y se fue a Miami en el 2010, el Heat logró participar en cuatro finales consecutivas en la NBA y los Cavaliers se fueron al fondo de la tabla de posiciones de la noche a la mañana.
En este verano, cuando dejó a Miami y regresó a Cleveland, los Cavaliers se convirtieron instantáneamente en favoritos para ganar el campeonato de la NBA.
Pierce no se está dando por vencido ante Cleveland.
Él está en Washington y está tratando de obtener un segundo anillo.
Formó parte de un grupo plagado de astros que se fueron a Brooklyn poniendo los ojos en el título, pero los Nets perdieron al centro Book López al inicio del año y nunca se dieron cuenta de su potencial.