Agencia Reforma
2014-09-06Barcelona, España— La eliminación del Tricolor tras la derrota por 86-63 ante Estados Unidos sacó a relucir que aún quedan problemas por resolver en el basquetbol mexicano.
El exitoso ciclo que inició con la medalla de plata en los Panamericanos de 2011, el título del Torneo de las Américas de 2013 y el oro en el Centroamericano y del Caribe de este año hizo suponer que el baloncesto de nuestro país había salido del abismo en que lo sumergieron los líos federativos de las últimas dos décadas.
Tras el descalabro de ayer, el entrenador del equipo desde 2011, el español Sergio Valdeolmillos, criticó la falta de apoyo al equipo y puso en entredicho su continuidad al frente del mismo.
“El objetivo era la segunda fase, y se logró por primera vez en la historia, por lo tanto la experiencia es positiva, pero ya se verá si hay futuro o no. No sé si seguiré al frente de México”, comentó.
Valdeolmillos aludió al hecho de que ningún directivo estuvo en España con el representativo, por lo que jugadores y cuerpo técnico tuvieron que resolver los problemas de logística que surgieron como mejor se pudo.
Reveló además que los integrantes de la plantilla tuvieron que pagar boletos para que sus familiares pudieran entrar a los partidos.
Remató comentando que nadie se molestó siquiera en llamarles por teléfono para patentizarles apoyo y darles ánimos, y mucho menos para extenderles una felicitación o enhorabuena.
“Competimos de la forma más seria que pudimos. Estamos solos en una travesía en el desierto. Sólo hay que ver quién está aquí y quién no”, dijo.
“Con la Selección tengo un compromiso profesional que pienso cumplir, pero no moral. No hay continuidad en el proceso. En la cancha ya hemos dicho bastantes cosas.
“Yo no tengo ningún problema en dirigir a México, pero ahora toca sentarse, y hablar con coherencia y cordura. No depende de mí ni soy yo quien tenga que llamar. Han sido tres meses tremendos y sólo me he sentido reconfortado por los jugadores. No merece la pena tanto a costa de nada’’, añadió.