Comprometido

Associated Press

Independence, Ohio— El teléfono de Kevin Love sonó un día de julio. Le llamaba LeBron James, quien le preguntó al alero estelar si quería jugar con él en Cleveland.

La respuesta fue afirmativa.

Love, quien se está acostumbrando a una nueva ciudad y a otro equipo tras ser adquirido el sábado por los Cavaliers, dijo que está comprometido a ganar un título de la NBA con Cleveland, sin importar cuánto tiempo lleve eso.

En seis temporadas con Minnesota, Love no llegó a los playoffs y pasó por varias situaciones turbulentas. Con Cleveland puede ejercer una cláusula de rescisión del contrato y declararse agente libre a mediados del año próximo.

Pero el jugador de 25 años afirma que su intención es seguir con James y con los Cavs.

“Estoy comprometido con este equipo, comprometido a largo plazo para alcanzar la meta final, que es ganar títulos’’, aseveró.

Y el superastro parece causar embeleso en Cleveland.

Los Cavs presentaron el martes a Love, adquirido mediante un canje que involucró a tres equipos y que convirtió en favorito para coronarse en la NBA a un equipo que sumó apenas 33 victorias la temporada anterior. El acuerdo da también al equipo un trío poderoso, conformado por Love, James y Kyrie Irving.

Love y James son amigos desde hace un par de años, cuando formaron parte de la selección estadounidense en los Juegos Olímpicos de Londres. Fue ahí, mientras buscaban la presea de oro, que James comenzó a reclutar a Love, quien no estaba seguro de cómo reaccionar ante los elogios del astro, cuatro veces nombrado el Jugador Más Valioso de la NBA.

“Sentado junto a mí, con un casillero muy cerca del mío, él siempre me decía que pensaba que yo era muy bueno’’, dijo Love. “Yo sólo trataba de sacudirme eso, porque no lo conocía bien”.

James insistió y, luego de más conversaciones, Love consideró que llegaría un momento en que las carreras de ambos volverían a converger.

“Pensé que un día quizás yo podría jugar con LeBron James’’, comentó.

Y ahora que Love se ha ido, los Timberwolves tendrán que reconstruirse, utilizando como piedras angulares a Andrew Wiggins, reclutado en la primera ronda del Draft, y a Anthony Bennett, la primera selección del año pasado.

Love no abandonó en muy buenos términos las filas de los Wolves. Era el emblema de la franquicia y se convirtió en uno de los mejores de la Liga en rebotes y puntos, una amenaza doble, en el perímetro y la pintura.

Pero las derrotas acumuladas con los años desgastaron la relación, y no era un secreto que deseaba marcharse.

Sin embargo, Love dijo que recordará su primer equipo en la NBA como una experiencia positiva.

“La gente de Minnesota fue fabulosa, los fanáticos fueron grandes, siempre asistieron a vernos, ganáramos o perdiéramos, y cultivé muchas relaciones buenas en la organización”, afirmó. “Fueron seis años grandiosos, disfruté ese tiempo y no tengo palabras para describir lo buenos que fuero”.

Ahora tiene un nuevo compromiso y un equipo que promete ganar.