Deportes

¿Diversión o pasión?

Associated Press

2014-08-26

Cory Albertson viajaba a 30 mil pies y, al igual que otros en el avión rumbo a Detroit, trabajaba en algunos pendientes en su laptop.
Sus hojas de cálculo contenían nombres que les son familiares a cualquiera que sea un aficionado del beisbol. Pinchers, catchers, quizás un jardinero central, pensó Albertson, podría ser apto para conectar uno o dos jonrones.
El trabajo de Albertson de ese día era intentar aventajar a unos cuantos tipos en un juego, quizás a unos cuantos miles más en otro. Calculando números para entrar a unos 500 concursos de deportes de fantasía antes del primer pitcheo del día, así esperaba ganar antes de que terminara la noche.
“No me fijé exactamente, pero creo que tenía unos 22 mil dólares invertidos para el día”, dijo.
Era un día normal en el beisbol para Albertson y su socio, Ray Coburn. El futbol sería una historia muy distinta, con más de 100 mil dólares de su propio dinero en juego en un domingo cualquiera de este otoño.
Pagos de un millón de dólares. Grandes ganancias. Viajes pagados a Las Vegas. Estos son sólo algunos de los premios que se ofrecen en línea, donde un híbrido de las ligas de fantasía tradicionales de la temporada, personificadas por unos 41 millones de estadounidenses, se ha transformado en algo muy diferente.
Son los deportes de fantasía y son legales en la mayoría de los estados, gracias a una exención que las ligas deportivas más importantes elaboraron bajo los estatutos de la Ley de Control de Apuestas Ilegales en Internet del 2006. La misma legislación que hizo ilegal el póker en línea como juego de azar les permite a los jugadores de fantasía hacer lo que a los apostadores de deportes sólo se les permite hacer en Nevada, apostar dinero en línea.
Podrían parecer apuestas de deportes, pero aquellos que lo administran –y aquellos que lo juegan– dicen que no es así. Ellos se apegan a la ley de apuestas, la cual etiqueta los deportes de fantasía como juegos de destreza, donde se escogen jugadores para conformar un equipo depende menos de la suerte que de escoger un equipo para ganar un juego en contra la quiniela de Las Vegas.
Juegos diarios o semanales son sólo una fracción del universo de los deportes de fantasía. La Asociación de los Departes de Fantasía dice que los estadounidenses gastaron 11 billones de dólares jugando futbol de fantasía tan sólo en el 2013. Pero los juegos de apuestas a corto plazo están aumentando en popularidad, y cualquier persona, mayor de 18 años, con una tarjeta de crédito, una cuenta Paypal y acceso a Internet puede jugar. Los cuarteles del equipo se encuentran disponibles cualquier día de la semana, y los participantes pueden jugar en un avión en la oficina, o incluso en el sótano.
Claro que también hay decenas de miles de perdedores. Los números dictan que más de la mitad de los jugadores han perdido si los otros llegan a ganar.
Una compañía –el sitio más concurrido de FanDuel– cuenta con una suma de 6 millones de dólares a su disposición, y espera triplicar su base a unos 500 mil clientes en esta temporada de la NFL. Docenas de otras compañías han entrado al quite ofreciendo de todo, desde partidas diarias hasta ayuda en línea –por una cuota– para escoger la combinación correcta de jugadores.
Las ganancias son fáciles de obtener –los sitios de juegos de fantasía se quedan con alrededor del 10 por ciento de todas las apuestas de los concursantes, siendo esta su cuota– que Comcast Ventures, la empresa capital afiliada del gigante Comcast Corporation, invirtió 11 millones de dólares en FanDuel el año pasado para tener una participación más directa. Incluso las empresas de renombre como Sports Illustrated está ofreciendo juegos de apuestas diarios de su propia autoría.
“Hace dos años los inversionistas se habrían mostrado muy escépticos, incluso nerviosos, sobre los deportes de fantasía”, según dijo Nigel Eccles, cofundador y director ejecutivo de FanDuel. “Hoy ven que esto es muy bueno para los deportes. Nuestros jugadores consumen 40 por ciento más deporte que los jugadores regulares de deportes de fantasía. Pasan 24 horas a la semana en promedio viendo, buscando e investigando sobre los deportes.
Albertson es tan bueno que cuenta con fondos de cobertura y equipos comerciales que hablan con él sobre querer invertir en su sistema. El ex jugador profesional de poker estaba buscando algo que lo mantuviera interesado luego que el poker en línea fue prohibido por la ley del 2006. Y lo encontró justo a tiempo para la temporada de la NFL del 2011, invirtiendo 500 dólares para comenzar y agregando unos cientos más cuando las pérdidas comenzaron a acumularse.
Pero se impuso algunas reglas básicas, tales como no seleccionar a un mariscal y a un pateador de gol de campo del mismo equipo debido a que competirán por el mismo puntaje. Luego, él y Coburn desarrollaron un algoritmo para maximizar sus probabilidades mientras juegan una gran cantidad de juegos.
Albertson pasa varias horas al día estudiando a los jugadores. Durante la temporada de la NFL, él y Coburn trabajan desde el sábado por la tarde hasta el comienzo del partido al día siguiente en las alineaciones para unos mil concursantes diferentes.
“Sabía que era cuestión de tiempo antes de que tuviera una semana ganadora, por lo que me había colocado en el lugar correcto del facto suerte”, dijo Albertson. “Me mantuve atento durante esa temporada y terminé con unos 8 mil dólares a mi favor. Sentí que el modelo había funcionado por sí mismo y lo más probable era que yo tenía una habilidad nata para estos juegos”.
Pero Albertson no es el único. Dan Gaspar acababa de salir de la universidad y estaba trabajando como representante atención al cliente en una compañía de seguros de Wisconsin, cuando comenzó a jugar juegos de fantasía hace tres años. Cuenta con un grado de maestría, pero no necesitó de ello para saber que se podía hacer más dinero en los juegos de fantasía en línea que en la industria de seguros.
“En comparación con lo que solía ganar como representante de seguros, esto es en verdad una gran diferencia”, dijo Gaspar. “Además no tengo que escuchar los gritos de la gente que acaba de tener un accidente vehicular”.
Gaspar se ganó un lugar en un concurso ofrecido por Draftstreet –que fue recientemente adquirida por Draftkings, el jugador número dos en el deporte– para un premio de un millón de dólares en Las Vegas para el final de la temporada de la NFL. Gaspar no ganó, pero fue un incentivo que lo colocó entre los mejores jugadores.
Aún así, dice, él no está en una liga como Albertson y otros.
“Uno de los tipos más exitosos apuesta 50 mil dólares cada noche”, dijo. “Quitó a uno de su equipo debido a que éste presentó síntomas de gripe una semana y al tener tanto dinero en juego te podría poner en una muy mala posición. Yo apuesto una cantidad bastante fuerte cada noche, pero no son 50 mil dólares”.
Parte del atractivo de los juegos es que las reglas son sencillas, y por lo general son entendibles para millones que entran a las ligas de fantasía tradicionales de temporada con sus amigos. La mayoría de estas ligas simplemente ofrecen pequeños premios de dinero. Las reglas son las mismas para los juegos a corto plazo: Conformar un equipo apegándose a un tope salarial y las estadísticas de dichos jugadores determinan los puntajes. A diferencia de los juegos de temporada, las competencias semanales ofrecen ganancias instantáneas y acceso rápido a una cantidad de dinero.
Se puede jugar contra un sólo jugador o contra miles. Albertson entra a 500 juegos a la semana.
Y si la persona resulta ganadora, las ganancias son depositadas en su cuenta antes de despertar a la mañana siguiente.
Es legal –excepto en Arizona, Iowa, Louisiana, Montana y Washington– donde las leyes estatales son más estrictas. En contraste con las apuestas de deportes en línea, las cuales están permitidas únicamente en Nevada y, de manera muy limitada, en Delaware.
Aún así, el éxito de cada jugador —sin importar cuán hábil sea— es predecible en base a los nuevos jugadores que apenas comienzan y que no son tan sofisticados. Para poder quedarse con esos jugadores, incluso cuando pierden dinero, los sitios ofrecen bonos dobles de dinero, entradas a varios concursos, y viajes a Las Vegas, entre otros incentivos.
Albertson entiende que esos jugadores no siempre estarán disponibles. Los jugadores oponentes mejorarán, y los nuevos ya sea que renuncien a sus sueños de lograr conseguir un alto puntaje u optan por competir en juegos más pequeños junto con otros jugadores recreativos.
Por ahora, puede ser un negocio muy lucrativo para los que están en la cima. El día en que Albertson estaba formando sus equipos en el avión rumbo a Detroit, consiguió una ganancia de 4 mil 500 dólares sobre su inversión de 22 mil dólares.
No espera en esto dure por mucho tiempo. En el otoño, estará jugando desde South Bend, donde hará una maestría en Notre Dame, por lo que podrá contar con un dinero extra.
“No sé por cuento tiempo la racha de los deportes de fantasía llegue a durar. Es por eso que hacer un postgrado es importante para mí”, dijo. “Me ayudará a averiguar cuál será el siguiente capítulo en mi vida, quizás alguna otra cosa que no sean los deportes de fantasía”.

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