Jesús Ángel Rodríguez
2013-12-19
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!, fragmento del célebre poema En Paz, de Amado Nervo, no aplica en la relación que Lluvia Mejía, campeona nacional del ‘Intertecs’ tiene con el ajedrez.
Tras una larga jornada de 10 años en la práctica del ‘deporte ciencia’ que inició por inspiración de su padre Víctor Mejía y, a ejemplo de su hermana Miriam –a quien dice, se le pegaba como ‘chicle’ en sus entrenamientos-, Lluvia se dice en deuda con este milenario juego.
“Creo que sí, creo que me ha dado mucho y he sido algo floja. Siempre decimos que todos los deportes y más el ajedrez, son como una novia celosa. Si no le pones atención y si no le inyectas, siempre te va a responder de igual manera”, expresó la ajedrecista, quien inició su carrera deportiva en los Dragones de la Secundaria Técnica 15, con el profesor René Cabrera.
Así ocurrió en el año que concluye, en el cual, la deportista de 22 años y 1.61 metros, quien atribuye su despegue gracias al invaluable apoyo e impulso decidido del maestro Angel Escareño, en los Jaguares del Cbtis 128, reconoce que no le dio ni la atención ni la dedicación que el citado deporte requería.
“Y me pagó de la misma manera. No fue un año tan fructífero para mí, pero, al final, -en octubre- yo creo que apreté y compensé lo que no estaba haciendo”, señaló.
Una participación constante en torneos de diverso nivel, viajes, triunfos, reconocimientos, becas y oportunidades ganadas gracias al ajedrez, han marcado la trayectoria deportiva y, en cierto modo, el camino a seguir en la vida de Lluvia.
“Creo que he obtenido muchas cosas del ajedrez y he hecho muchas cosas que sin el ajedrez no habría podido hacer como viajar, conocer otros países, otras culturas”, expresó.
Más que una retribución económica, el ajedrez le ha brindado a la alumna de Ingeniería Industrial en el ‘Tec de Juárez’ satisfacciones que, gracias a sus éxitos sobre en el tablero, son motivo de orgullo personal.
Igualmente, la ha hecho crecer como persona, pues venció su timidez al hablar y ahora lo hace con una gran fluidez y rapidez.
“El ajedrez tal vez no me ha dado mucho dinero o mucha retribución económica, pero me ha dado mucha retribución emocional”, resaltó.
Afirmó que ahora es una persona muy distinta a la que era antes de entrar de lleno al mundo de los peones, torres, alfiles, reyes y reinas, el cual, defiende y ama.
“Creo que sí me ha dado bastante cosas, me ha dado más de lo que yo le he dado al ajedrez. Estoy muy contenta de haberme topado con este deporte, claro que me hubiera gustado practicar otros deportes, pero creo que éste fue el ideal para mí”, apuntó.
Aficionada y practicante amateur del voleibol de sala, Lluvia afirmó que el único defecto que le he dejado el ajedrez es que, al igual que su hermana Miriam, es muy perfeccionista.
Por ello, les cuesta mucho trabajar en equipo ya que prefieren hacer las cosas ellas mismas.
Autodescartada para competir en la Universiada Nacional ‘Puebla 2014’ y con un 80 por ciento de posibilidades de hacerlo en el ‘Intertecs’ del año entrante, Mejía Salinas, quien tiene al caballo como pieza favorita, desea regresarle algo al ‘deporte ciencia’.
Por ello, pretende crear una escuela de ajedrez sin costo para niños y jóvenes, más que ejercer su carrera académica o casarse.
“A futuro, me gustaría ejercer mi carrera, pero me gustaría poner un Instituto del Ajedrez que sea gratuito y no sólo de ajedrez, que involucre más deportes, que los niños o los adolescentes puedan nutrirse de todos los deportes”, finalizó.